Tuesday, February 03, 2009

El Erizo, Cap. 2 "Despertar", Parte I

Esa mañana, la vida parecía tener un brillo distinto, contrastaba con la penumbra de afuera, aún era temprano, -las 5:30- murmure, levantarme resulto más sencillo el día de hoy que desde el día que había llegado aquí, ya no estaba atormentada por mi pasado, era como si en esa conversación ficticia me hubiera liberado de todo mi pesar, me sentí ligera como una pluma, ahora solo tramaba planes e ideas, no podía creer lo entusiasmada que estaba, muero por vivir.
Me había tomado poco tiempo realizar las actividades pre escolares, por lo que contaba con mucho tiempo de sobra, pero tenía prisa por llegar al campus el día de hoy, después de lavar los platos del desayuno, que fue generoso esta ocasión e incluía un plato de cereal, fruta, leche, un jugo de frutas y unos huevos revueltos, que me hacían sentir satisfecha, hace mucho que no lo hacía, tome las llaves de mi auto, un Toyota semi-compacto, por supuesto nuevo, mis papás no escatimaron nada al dejarme ir, ya sabía que hacían grandes esfuerzos para que yo fuera feliz.
Subí rápidamente al auto y conduje las pocas calles que llevaban al campus, el estacionamiento estaba prácticamente vacío, por lo que hoy no fue problema encontrar un buen lugar de estacionamiento, me quede en mi auto oyendo la radio, escuche atentamente a las estaciones de éxitos, usualmente no lo hacía, pero hoy todo era nuevo, yo no esperaba verme reflejada en la balada que estaba escuchando, la voz de la cantante parecía haberse inspirado en mí para cantar esa melodía.

Ahora solo quedan recuerdos
Pedazos de los besos
Me dejaste morir
Y aprendí a vivir
Hoy quiero decirte
Que no soy la misma
Y tú te lo perdiste

Escuchar la melodía me hizo recordar que tenía toda una vida por delante, pero como empezar, pensé en todo el cuerpo del problema, pero había pasado por completo el cómo empezar, era realmente patético verme ahí atrapada en mi cráneo, desesperada porque no recordaba como comunicarme con otros humanos, cuando la respuesta llego del auto que acababa de estacionarse a mi lado, no paso mucho cuando la conductora de aquel vehículo se bajo dando brinquitos y saludo a un grupito de estudiantes con un efusivo –Hola-, esa era la clave, “hola” un saludo cordial lograría abrirme unas cuantas puertas, lo que me faltaba era decidir era quien iba a ser la primera víctima de la nueva Mariana, a pesar de lo anterior no quería que las puertas que tocara no me cerraran en la cara, quería ser agradable, entonces vi con recelo a mi vecina de parque, vi la sencillez con la que se regodeaba a sí misma con sus amigos, se divertía.
Lo hace ver tan fácil, supongo que para ella es algo sencillamente natural, la que siempre fue un bicho raro era yo, rara vez tenía una amistad, usualmente las amistades venían a mí y las podía contar con mi mano, de hecho con mi dedo, ay Andrea como me haces falta. Eso era, debía sustituir a Andrea, eso sería muy difícil pero si ponía suficiente empeño podría encontrar a la nueva Andrea. Tal vez en clase, y hablando de clase eche un vistazo al reloj que parpadeaba en la pantalla de mi estéreo las 6:58 -¡Voy retrasada!- grite.
La mayoría de mis compañeros de la primera clase ya estaban en sus lugares, tome mi asiento con suma tranquilidad y respire profundamente, esta era la oportunidad perfecta para empezar a fraternizar, aun no había llegado el profesor, pero lo más seguro era que no tardara, este profesor no solía ser de los impuntuales, de hecho odiaba la impuntualidad, así que tenía el tiempo contado si iba a ser mi jugada, mire a mi alrededor, sin tener idea de que era lo que buscaba.
Analice con calma y escrutinio a cada uno de mis compañeros, debía rodearme de los más relajados, los más populares, cosa que en mi vida anterior hubiera hecho, hoy era diferente. Mi entusiasmo y mis posibilidades de cambio se redujeron de forma estrepitosa mientras pasaba de rostro en rostro de mis compañeros de clase, ¡Todos eran tan comunes! Me iba a decepcionando mientras comparaba a todos contra todos, lo que no quería era un rechazo ya que cualquier intento de fraternización con cualquiera de ellos me hubiera tomado tiempo, y tiempo era el que no quería desperdiciar. Entonces mi vista llego a los asientos de atrás, aun estaban vacios. Justo en ese momento vi a sus ocupantes pasar al salón para ocupar sus lugares, se trataba de tres personas dos hombres y una mujer, uno de ellos el más guapo de los tres se llamaba si mi memoria no me falla Guillermo, o eso creo aunque en realidad solo lo había oído mencionar como el Guille, hoy usaba gafas oscuras, lo que me parecía de mal gusto sobre todo tratándose de un lugar cerrado. El era de esas personas que les importa un cacahuate lo que el resto piensen de él, por lo que no le importaban los rumores de su novia, la misma chica con la que habían entrado, ella era Rosario o mejor dicho Chayo como ellos mismos se hacían llamar, bueno pues que decir de Chayo, era una de esas chicas por las que babean los demás chavos, bonita figura que no dudaba en mostrar con semejantes atuendos, se decían muchas rumores sobre la pareja una de ellas incluye al otro muchacho que también era guapo pero más desalineado y de una complexión menos fornida que Guille, aunque se veía ambos tenían mucha actividad física, su nombre lo ignoraba por completo solo sé que le llaman el “Gritos”, y que siempre estaban los dos juntos, luego llegó Chayo y se supone que se formo una especie de triangulo amoroso de los más extraño, bueno eso es lo que decían las malas lenguas, hasta el fin de semana pasado que los había visto por última vez eso me parecía de lo más repulsivo, mi última opción para hacer migas, pero hoy me sentí atraída como un mosquito por la luz de una bombilla de 100W hacia ellos.
Me arme de valor para levantarme de mi silla y dirigirme a ellos, solo tenía que ir hasta su lugar y decir “hola”, el resto caerá por sí solo, pasara todo con gran suavidad, esa era mi esperanza, me acercaba a ellos cuando note que habían notado mi extraño acercamiento, se me quedaron viendo extrañados, incluso Guille bajo la cabeza para poder ver con la parte superior de sus ojos mi cara, me pare decidida aunque claramente estaba nerviosa, se me escapo decir –ho..- cuando me interrumpió la voz del profesor que acababa de ingresar al aula – muy bien muchachos hoy tenemos mucho que hacer- se escuchaba que no volteo ni a vernos cuando ya estaba en la pizarra escribiendo letras que chirriaban gracias al plumón de agua, mi oportunidad se había esfumado, me volví y regrese a mi lugar de adelante, no pude ver la expresión que tenían, pero yo moría de vergüenza. La clase fue de lo más aburrida y no hubo un solo momento de descanso, la cantidad de información impartida era descomunal, por lo que mi mente no se podía desprender de mi cuerpo, para enfocarme en lo sucedido hace unos momentos, los ojos se me cansaban y mi subconsciente ya empezaba a apoderarse de mi solo podía pensar aparte de las palabras, el sueño y el hambre de imposibilitaban y me aislaban del resto del mundo, el profesor se volteo y dijo -bueno en cuanto terminen pueden ir a su descanso-, Uf que respiro no me faltaba mucho así que apreté el paso para terminar, las clases duran varias horas por lo cual a veces se hace obligatorio contar con un descanso aunque no era una regla habitual.

1 comment:

Miri Rios said...

la sociedad .... rara como siempre