Tuesday, August 16, 2011

Caídos, Cap. 2 "Contradicción", Parte I

Habían transcurrido apenas unos minutos cuando el hombre apenas empezaba a recuperar la conciencia, la luz apenas e ingresaba al lugar a través de los ya de por si opacos cristales de la desgastada construcción, solo había unas sillas, y parte de la capilla estaba en ruinas, había tomado asiento, aun confundido y sin poder hilar nada, que es lo que había sucedido.
¿Dónde estoy, que sucedió?- articulo con torpeza el humano, la chica demonio seguía inconsciente pero aun así parecía sentir o estar atrapada en una pesadilla, lo que para mí eso eran buenas noticias, sin embargo yo mismo me sentía algo intranquilo.
No te preocupes, ya amanecerá pronto, si quieres seguir con vida permanecerás aquí hasta que los rayos de luz verdadera se asomen por las ventanas- le dije.
¿Y si no que sucederá?- me pregunto temeroso aun dudando.
Entonces sus amigos te harán cosas que ni siquiera tu creías que fueran posibles- me levante para acercarme a él y señalando a mi rehén.
¿De que se trata esto que rayos son ustedes?- pregunto.
A ciencia cierta no lo sé, pero por lo encarnizado de la lucha creo que tú sabes mejor que yo que somos, necesito que me digas lo que sabes- le dije mientras lo observaba fijamente.
Son, lo que nosotros conocemos como ángeles y demonios, para la mayoría ustedes son solo un mito- ¿Un mito? – interrumpí.
Si algo que no existe, sin embargo yo no me tragaba toda esa basura, y no podría ser que hubiera tanta documentación de su existencia, hice investigaciones, hice teorías, los busque inútilmente por doquier, sin embargo hasta el día de ayer, solo eran eso algo inexistente, incluso llego el momento en que dude- lo acalle - basta-.
¿Cómo te llamas?- pregunté.
Ah, Akira- dijo.
Mira Akira, es evidente que existimos, como tú nos llamas, voy a necesitar tu ayuda, porque incluso yo ahora necesito respuestas- le dije.
¿De qué lado eres?- Me preguntó temerosos.
Esa es la primera pregunta que necesito me ayudes a responder, ya no soy un protector, algo cambio, temo que me haya vuelto algo más, sin embargo aun no me siento consumido por pensamientos negativos como ella, e incluso dudo que ella este completa, sin embargo es fuerte, y mucho, y en cualquier momento despertará.
Necesitamos prepararnos para cuando eso suceda- dije, encontré unas cadenas y las coloque en sus brazos y piernas. Espero que sea suficiente- suspire.
¿Y como es que ustedes existen, de donde se forman?- me pregunto.
Es una pregunta que está incompleta incluso para mi, se que los caídos o demonios tienen su origen a partir de nosotros, en realidad carecemos de un cuerpo material, somos …
Son como una especie de energía de la cual no estamos consientes más sin embargo están ahí, presentes todo el tiempo, por tanto son inherentes a la propia vida consciente- dijo emocionado.
Algo así- le dije, aunque no había entendido nada, de lo que había dicho.
Es cierto que los acompañamos, pero también podemos fallar y mancharnos de lo que pueda suceder, es entonces cuando nos volvemos como ellos. Le dije mientras la levantaba.
Está a punto de amanecer estás listo, tienes algún lugar a donde ir- le pregunté.
Eh sí, creo saber dónde estamos y no esta tan retirado de aquí- me dijo emocionado. Y continuo – Veras, yo creo que son algún tipo de energía he usado receptores de todo, infrarrojos, ultravioletas, rayos incluso detectores de metal, pero…
Espera- lo interrumpí -no entiendo nada de lo que dices.
Oh, sí, ¿siempre tienen cuerpo material?- me pregunto después de unos segundos de pensamiento, quizá eso era usar el cerebro, como decía mi hasta hace unos instantes maestro.
Te refieres a este cuerpo que puedes tocar, ehmm, no es prestado, solo podemos tomar cuerpos de aquellos seres cuya vida es similar a la de un animal, es decir viven pero no son personas, no deciden, pueden tener un como les dices- intentaba recordarlo.
Un ángel- me completo.
Un ángel, que les acompaña, es una extensión de ustedes, pero la mayoría lo pierde, solo algunos alcanzan a desarrollarlo por completo o por el otro lado, corromperlo por completo, es algo complicado de explicar.
En lo absoluto, es decir para mi es bastante comprensible- me dijo.
¿Crees que yo tengo una ángel?- me pregunto.
Es una buena pregunta, quizá sí, pero es extraño, porque no está cerca o quizá fue sacado de esto, como sea, si es eso lo que pienso por lo pronto yo fungiré con esa función.
Si, ya estaba de pie y listo para marcharse así mismo nuestra prisionera parecía más cerca de despertar pues si inquietud aumentaba, hasta el grado en que ya era entendible hasta cierto punto lo que quería decir, y por lo que se escuchaba no era nada agradable.
Bueno llego el momento- mientras me ponía de pie y colocaba a la mujer entre mis hombros.
Guía el camino a casa, una vez ahí toma lo que necesites, para un largo viaje, debemos ponernos en camino- le dije.
¿A dónde vamos? Me pregunto.
Conozco un lugar al que podemos ir si algo de esto llegara a ocurrir.

Tuesday, August 09, 2011

Caídos, Cap. 1 "Desconexión", Parte III

Con la misma velocidad con la que lo vi saltar hace unos minutos, se coloco en el espacio que ocupaba ella, ¿intento golpearla?, no, ¿intento salvarme?, mucho menos, sea lo que sea mi maestro no logro cumplir su objetivo, pero si logro ahuyentar a mi victimaria.
Parece que no fue suficiente haber traído a la escolta – murmuro de nuevo ya estaba sobre un poste de luz, ya empezaba a caer la noche.
Sin embargo mis órdenes son muy claras, así que no puedo irme así de fácil, en fin que se la va hacer, en verdad preferiría no tener que hacer esto, pero no teniendo más opción- seguía repitiendo.
Basta, hablas demasiado, si vas a acabar lo que tienes que hacer, hazlo de una buena vez, que esto no es como recetas de cocina- reto mi sinodal, parecía cansado, y después murmuro – prepárate muchacho, aprende rápido lo que hago, y defiéndete.
Y en menos de un segundo ella ya estaba justo en medio de los dos, con un solo golpe logro mandarme hacia unos botes de basura que estaban en el callejón, justo a un lado del hombre al que seguíamos, no me había percatado hasta ese instante que el hombre seguía aquí, con la diferencia de estar inconsciente, quizá ella lo había arrojado ahí, intencionalmente.
Deja de pensar estupideces y ayúdame a pelear- grito mi sinodal, que apenas parecía poder defenderse.
Inútilmente, intente acercarme pero cada vez que lo hacía indistintamente salía disparado hacia cualquier dirección.
Ella riendo a carcajadas, se mofaba – Que, no puedo creer, que dos hombres no puedan lidiar con una dama.
Deja de blasfemar demonio – reto mi maestro- tu difícilmente pasarías por una dama.
No sé mucho de esas cosas, pero hasta yo entendía que eso era malo, sin embargo en ese punto comprendí lo que hacia mi maestro era sacarla de concentración para poder asestar un golpe, así que yo mismo, tome la iniciativa de insultarla.
Eh tu – grite, pero no se me ocurrió nada.
Se quedo mirando unos instantes, pero suficiente para sacarla de concentración – mi maestro logro asestar un impacto insuficiente, puesto que ella había logrado contenerlo.
Me acerque aprovechando el momento para atacarla, pero invariablemente el resultado fue el mismo que las ocasiones anteriores.
Eso es todo, grite- mientras levantaba la cara, ya estaba justo enfrente de mí.
No, no es todo, mocoso- me sostuvo por el cuello como hace unos momentos, y de un solo salto ya estábamos sobre una cornisa, los últimos rayos de luz acariciaban el cielo, y se podían apreciar desde mi posición, el resto estaba cubierto en penumbra, el callejón se llenaba de oscuridad y lentamente sentía como todo se desvanecía.
Y ella grito desde ahí, orgullosa y esbozando una sonrisa - el tiempo se les ha terminado, y yo he triunfado, ahora memorízate bien esto, dejen de interponerse en nuestros asuntos, porque como has visto el día de hoy, ustedes llevan todas las de perder, y como recordatorio, llevaras la carga de haber perdido a uno más.
No mientras aun haya, un halo de luz- contesto mi sinodal, en ese momento, y con los ojos del cuerpo mortal en el que estaba yo refugiado, apenas aferrándose a la vida, pude ver, la energía que nos rodeaba, manifestadas en alas, con gran velocidad y fuerza, logro liberarme, y de alguna manera, el solo pudo lograr revertir la situación, esta vez era ella la que estaba atrapada.
Más bien, tu desaparición llevará el mensaje, de que no estaremos dispuestos a ceder, y de ninguna manera vamos a perder esto, porque es por lo que hemos estado luchando todo este tiempo- dijo jadeante y enfurecido, levantado en su puño una daga que era apenas perceptible.
Ella aunque no dijo nada, aun estaba dispuesta a seguir luchando, pero algo en ella estaba impidiendo que lo hiciese, de pronto una lágrima broto de sus ojos, y sin darme cuenta, yo ya la tenía en mis brazos.
Ella me miraba fijamente, mientras la llevaba al extremo opuesto de aquel callejón sin salida, impávida, no la solté, pero estaba en una posición privilegiada para hacerme daño sin embargo no lo hizo, mi maestro no tenía una expresión distinta a la de aquella desconocida, hubo un largo silencio mientras el observaba, la situación, ya no quedaba ni un rastro de la luz del día.
¿Qué has hecho? – pregunto a forma de reclamo.
No conteste – Te das cuenta, que has renunciado a tu especie, pero ya no hay nada que pueda hacer- Parecía muy dubitativo, ni yo mismo sabia que acababa de suceder.
No me parece justo que terminara así, es que vi algo y- fui interrumpido tanto por él como por aquella a la que cavaba de prolongar, después sabría su agonía.
¡No hay excusa!
Mi maestro miro a su alrededor, y dijo – nos veremos en otra ocasión arréglatelas como puedas y se retiro por los edificios.
Ellos vienen hacia acá- me dijo ella, ahora eres uno de los nuestros.
¿Qué?- pregunte sin vacilar y con mucha sorpresa.
Estoy sorprendida, nunca nada había hecho algo a si por mí- me dijo- que sea la última vez.
No espera, ¿me estás dando órdenes?- conteste de nuevo, yo no me sentía de ninguna manera diferente.
Y las ideas que tenia me revolvían la cabeza, no lograba concentrarme, ella intento calmarme, pero algo era cierto, ya no era el yo de hace unos instantes, solo recordaba al hombre al que perseguíamos, y esa idea se fue agrandando en pocos instantes, al grado en que por automatismo, llegue hasta él lo tome y coloque sobre mis hombros, voltee rápidamente, porque ella aun me seguía, y de alguna manera logre hacerle perder la consciencia, después de eso escape con ambos hacia lo que parecía un lugar seguro, una vieja iglesia, abandonada.


Tuesday, August 02, 2011

Caídos, Cap. 1 "Desconexión", Parte II

Mi sinodal, como jamás había visto antes, voló a una velocidad impresionante hacia donde estaba ella, con la misma velocidad la chica que apenas unos segundos estaba sentada a unos cuantos maestros, se había elevado y estaba parada sobre la punta de un poste, donde corrían unos pesados cables, era cierto lo de las habilidades, cuando voltee de nuevo hacia abajo, mire a mi sinodal, que estaba rodeado por tres sujetos, que sin duda me causaban repulsión, todo esto en apenas unos instantes, y la multitud que nos rodeaba, sin darse cuenta de todo aquello, simplemente estaba perplejo, perplejidad que de ninguna manera podría durar más.

Idiota, que haces, no dejes que se valla, no dejes que le pongan una mano encima- grito mi sinodal, mientras se enfrascaba en una fiera batalla, aunque solo podía notar, apenas perceptible, las vibraciones de todo aquello.

Sin pensarlo más, y notando que la mujer ya estaba adelantada en la persecución, tome la iniciativa de improvisar sobre la situación, qué más podía hacer en ese momento, en ese instante acallé mi naturaleza inquisitiva, y me deje llevar por lo que dictara la imaginación.

El humano aunque torpe, fue lo suficientemente intuitivo para darse cuenta que algo andaba mal, desde el momento en que la luz, fue disparada hacia él, desde ese instante, solo salió corriendo entre la multitud, y a pesar de todo ello y de su aparente torpeza, si tenía habilidad para escapar.

En cuanto a mi competencia, la ventaja que tenía era que desde la altura podía seguirle a distancia, la problemática en su situación era que los movimientos a realizar eran según la visualización del objetivo, y hacer un movimiento a la vez, ahí radicaba mi ventaja.

Si yo lo seguía desde tierra, en caso de perderle de vista, solo bastaba con ver hacia donde iba ella, para dar con el o por lo menos intuirlo, así que solo tendría que correr entre la gente.

Así se recorrieron varios metros, le seguía, le espiaba por las espaldas, y entre tanto ajetreo le perdía la vista, volteaba hacia arriba, y la cazadora al pendiente de su víctima, volteaba de lado a lado, y brincaba al siguiente poste, yo corría a la dirección de su mirada, y daba con el blanco en seguida, aun así era difícil saber quien llegaría a el primero, pero no transcurriría mucho tiempo antes de averiguar la respuesta.

Y así unos minutos más tarde, nuestro humano llego a un callejón sin salida, los dos perseguidores, casi con precisión matemática le alcanzamos, mientras el sujeto estaba en el suelo, mientras se cubría el rostro gritaba – No, por favor no me dañen-

Me quede ahí detenido, observando, mientras mi acompañante le tomaba de la camisa cerca del cuello y le levantaba, le dijo serena – tu vendrás conmigo- sería que no se había dado cuenta de mi presencia.

No, espera- dije.

De que se trata esto- dijo el hombre, asustado aun por lo que estaba por suceder, y como yo sin una idea del por qué.

Espera, ¿Por qué hacemos esto, porque lo haces tú?- pregunte instantáneamente.

¿Qué?- cuestiono inmediatamente, volteo a verme incrédula, y sin soltar al hombre me tomo del cuello – No pretendas negociar conmigo, porque evidentemente, no somos lo mismo.

Pero alguna vez lo fuimos- le dije entre el aire que apenas dejaba escapar.

Sí, pero no todos elegimos ser lo que somos- me dijo.

Pero, porque atormentar a aquellos que si pueden hacerlo- replique.

Pues porque ni siquiera ellos, pueden elegir, el universo funciona de formas muy distintas a las que tú crees- me reto.

Pues yo creo que habría que averiguar cómo funciona esto, entonces- con lo poco que me quedaba de aire.

El hombre impávido al escuchar nuestra conversación, murmuro- entonces es por eso que me buscan, ustedes, no son exactamente humanos verdad, entonces todo es verdad- su tono de voz fue cambiando, desde el miedo que le invadía, hasta la emoción.

¡Silencio ambos!- grito impaciente ella.

No me importa nada de eso, yo solo sigo órdenes, el cuestionarse solo trae problemas, es lo único que es cierto, y si eso fuera mentira pues entonces no estaríamos en esta situación- sus ojos radiaban un odio irracional, tan irracional que se notaba que perdían su humanidad eran más parecidos a los de un animal, un depredador, pero a pesar de ello pude notar las dudas que radiaban de su origen, y pensé que quizá la transformación no era completa para todos.

¿Qué estás viendo?- me pregunto, pero pude notar que ya no me lastimaba más.

No estás completa, solo estas confundida- le dije, pero pareciese que le hubiera insultado, porque me tomo con más fuerza.

Tú no sabes nada- se molesto, creí que sería mi fin, si no hubiera llegado mi sinodal a salvar el día…