El Erizo, Cap. 18 "Incondicional", Parte III

Me quede con cara de confusión, y ella prosiguió – Mariana, se que esta fase de querer hacer de tu vida un lugar mejor para ti y todos los que te rodean, es una idea que es loable, sí aplaudible, y hasta cierto punto comprensible, pero ve nada más lo que ha pasado, mira no es mala onda, se que estas feliz, se te nota, y finalmente, sí, tu y yo pensamos muy distinto, y sin embargo somos las mejores amigas, porque eras o al menos pensaba yo que eras muy buena oyente, observadora, inteligente, pero el mundo es lo que es, no lo puedes cambiar solo por un capricho, y pues por eso le hiciste eso a tu Ex, le diste alas, y la única forma de quitártelo de encima, y por un momento no creí que fueras capaz de hacerlo, pues fue eso mismo, matarlo, pero meterte con lo que sentimos los demás es ir demasiado lejos, aunque lo hagas con las mejores intenciones, y sí, yo también cambie mi forma de pensar, pero es algo que debes dejar que suceda por sí mismo, puedes dar señales más no forzar a los demás a pensar como tú, como solía creer que era natural ¿te acuerdas lo que te dije de la esencia?-
Si lo recuerdo- le contesté – nunca creí en ello, pero en cierta forma, sabía que tenías razón, podría faltar y no importaría porque para el mundo es lo que es.
Sabes que pienso ahora de ello – me dijo, y continuo - Algunas ideas cambian, otras no, la gente se equivoca, ahora sé que la belleza radica en la esencia, es lo que hace la diferencia, porque belleza sin esencia es solo pasajero, una cosa de un rato, una moda, y el alma es para siempre.
Es como nuestra amistad- le dije en un susurro.
Exacto, es incondicional- me dijo y fue ahí, cuando me di cuenta, que al final había encontrado lo que había estado buscando todo este tiempo, lo esencial que hacía falta en mi vida, era ese alguien incondicional.
Por eso estamos hablando aquí tranquilamente mientras tomamos el café, como un par de comadres que se conocen de toda la vida, y sabes que es gracioso a pesar de que debería estar molesta contigo porque descubriste sentimientos que toda la vida me esforcé por ocultar incluso de mi misma, y no lo estoy, de hecho estoy orgullosa de eso, y feliz por haberme encontrado contigo, por hablarme ese día, aunque al principio si tuve mis dudas, pero no me arrepiento jamás de haberte abierto el corazón- me dijo, con lagrimas en los ojos.
Yo también estoy feliz, de haberme encontrado contigo en mi vida, apareciste cuando más lo necesite, y pesar que debo reconocer que no soy la mejor de las personas, y admitámoslo tampoco tú, no cambiaría nada de ello, hasta creo poder preguntarte lo que sea- le dije.
¿Cómo que estas pensando, Petite?- Me preguntó.
Amas a Rodrigo, pero ¿por qué no se lo dices en lugar de lo que haces?- ella se me quedo viendo, con los ojos como de plato.
Ni modo te tenías que dar cuenta, por miedo, somos un par de miedosos- me dijo.
Me eche a reír -Claro que sí, pero porque no intentarlo, se que crees que puedes perder su amistad, pero yo pienso que se están perdiendo de mucho más, con cada segundo que dejan pasar uno alejado del otro.
Y claro como a ti ya te puso en la lista de amigos, creo que es mi oportunidad- me dijo.
Sucedió así porque así lo quisimos, pero no me arrepiento, es bueno tener un amigo aparte de ti para variar, no crees, además estoy muy enfocada en este momento en mi vida académica, con lo que tengo, me siento muy satisfecha, ya no siento más ese vacío en mi vida- dije mientras probaba aquel delicioso y dulce pastel, de duraznos,
Ella, rió y dijo- Vaya, y finalmente si son amigos ¿por qué no aplicaste para su escuela?
Me empecé a ahogar con el pedazo de pastel que aun atravesaba mi garganta cuando ella hizo esa pregunta, tomé un trago de café y ya se había terminado este, así que solicite un vaso de leche y contesté – La verdad, su programa es un asco, y no me queda tan cerca de casa, y sería extraño topármelo muy seguido, simplemente no me pareció apropiado, ¿qué raro no?-
Ella me miro como sospechando – Y dijo, está bien, ¿tanto te incomoda?
Me da miedo que me distraigan los dos, más de la cuenta, sabes que estoy prácticamente obligada a estar con ustedes de por vida, bueno ¿ya habrá tiempo para todo no?- le dije.
Ella sonreía y me dijo- Si toda la eternidad, si lo deseamos.
¿Qué es tan gracioso, porque no dejas de sonreír?- le pregunte, porque su sonrisa ya había durado bastante.
Nada, es solo que tienes bigotes ahora- me dijo y rio levemente.
Tome un espejo de mi bolsa, y efectivamente tenía bigote de crema- lo limpie con cuidado con un pedazo de papel.
Listo, si, se lo que piensas, carezco del glamour que tu exudas por cada poro del cuerpo- le dije.
Sigo pensando que eres muy linda, sin querer sonar lesbiana- me dijo
Si yo también lo pienso- le contesté.
Ay, es una lástima que no estés disponible para nadie- me dijo.
Tu misma lo has dicho alguna vez, soy la envidia de los dioses, y si ni ellos pueden poseerme, dime porque los mortales habrían de aspirar a conocerme- le dije.
Ella rió y dijo- Eso es excederse, ni que estuvieras tan buena, Petite.
Es que si no me hecho porras yo, entonces ¿Quién?- le pregunte.
Ya saldrá alguien que se ofrezca no te preocupes- me dijo.
Quizá deba esperar un poco más para ello le contesté, ¿cuantos días estarás en casa?- le pregunte intrigada.
Solo un par de semanas, planeo ir con Rodrigo el fin de semana- me dijo.
Mucha suerte con ello, se que harás un excelente trabajo, solo se sincera y se tu misma- y le guiñe el ojo.
Ella se me quedo mirando y después dijo – No quiero pensar que es necesario que me lo repitas, eso ya lo sé.
Todo saldrá bien, ya lo veras- le dije.
Eso espero- me contestó.
No quería que terminara, pero ya eran casi las 8 de la noche y aun seguíamos platicando de nuestras aventuras, cuando me di cuenta de la hora ni ella ni yo, pudimos evitar sentir prisa por irnos ya, aunque en realidad ninguna de las dos quería marcharse, afuera ya esperaba una multitud d personas para entrar al café, me despedí de ella con un beso y un emotivo y largo abrazo.
Petite, te voy a extrañar, debemos repetir antes de que regrese a Europa- Me dijo con ojos de borrego.
Eso ni siquiera se pregunta sabes que por supuesto estaré ahí, tengo muchas cosas que arreglar con lo de la Universidad, pero sin duda eso es obligatorio, además, ni que te fueras a vivir para siempre a Europa, y si eso fuera cierto, bueno pues considerare irme para allá- le dije
Tienes un largo camino que recorrer, ahora amiga, no renuncies a tu sueño, tú misma me lo has dicho- me dijo.
Encontrarme contigo en mi vida también es mi sueño- le contesté.
A una puerta de distancia será entonces- me dijo
A una puerta de distancia pues- y me despedí de ella definitivamente por esa noche.
Recogí mi auto y ya estaba oscuro, pero el centro era realmente hermoso a esa hora, y también había mucha gente afuera, el clima seguía siendo extraordinario, y en cuanto me subí a mi auto, de nuevo y gracias a la música que ambientaba el mismo, ya sentía que la extrañaba, pero cuando ese sentimiento se apoderaba de mí recordaba lo que Viridiana me había dicho no hace mucho tiempo, “A una puerta de distancia”, eso basto para evaporar la sensación de extrañarla, porque ahora la sentía ahí conmigo acompañándome a todas partes.