Tuesday, December 21, 2010

El Erizo, Cap. 16 "Espinas", Parte III

Como no preví que fuera viernes en la tarde, la plaza a la hora en la que fui ya estaba abarrotada de autos estacionados, por lo que di varias vueltas, para dar con un lugar, que si bien no era nada despreciable, quizá podría haber estado un poco más cerca, pero como no tenía nada definido, más que solo pasear, no importaba mucho. Baje de mi auto y me dirigí a la entrada más cercana, me puse mi chaqueta blanca porque sentía un poco de frío, mientras caminaba por el enorme estacionamiento al aire libre de la plaza.
Y así alcance la entrada, no pensaba en muchas cosas, salvo en alguna que otra pregunta de las guías sobre todo en las que me había equivocado, y se repetían constantemente, ¿qué clase de descanso era este?
Hace mucho que no había ido al cine, y había películas muy interesantes, así que me forme para ver una película que era secuela de una historia romántica, al principio estaba dudando de ir a verla, porque estaba asqueada de las relaciones humanas pero me dije, no me caería mal un toque de irrealidad, además en mi estado actual lo más congruente era que la viera con cierto grado de sarcasmo, en fin, cuando llegue a pedir mi boleto, dije – Uno para la segunda parte de Romance Inmortal.
¿Uno?- cuestionó la muchacha que atendía los boletos, a lo que contesté un poco enfurecida –Si uno- Hizo una mueca y remató – Solo tengo hasta las siete- Aunque la actitud de la tendera me mataba conteste –démelo- , -son 30 pesos- ella dijo y pague con un billete de 50, y recibí mi cambio – disfrute la película- me dijo, y conteste -lo haré, SOLA- y me aleje un poco molesta, pero en parte era de esperarse, iba sola a ver una película de romance, hasta yo pensaría mal de aquello, pero en este momento no importaba. Sentía ganas de un aperitivo, así que me fui a la zona de las comidas a pedir comida japonesa, por la que tuve antojo los últimos días, y satisfacerlo de vez en cuando no dañaba a nadie, además el hacerlo hacía que trajera a mi mente a mi amiga Viridiana, y al mismo tiempo como no estaba presente darme el lujo de escoger lo que quería, me agradaba mucho pensar que tipo de comentarios haría, sobre las calorías de los alimentos que suelo pedir, y a lo que yo respondía que ella era en realidad buena para eso y la haría bien de dietista profesional o acondicionadora física, lo que traería a consecuencia más parloteo y un cambio repentino de conversación usualmente al susodicho de Rodrigo, y pesar de todo el asunto de Rodrigo y Viridiana conmigo en medio eran literalmente un dolor de cabeza, ya que cuando pensaba en ello comenzaban las migrañas, aunque en realidad siempre pensaba en ellos cuando tenía otras cosas de por medio, tal como ahora, pero de cierta forma era mejor pensar en ello ahora, mi orden estaba lista me levante y la recibí, me dirigí a mi mesa y abrí el recipiente que contenía los rollos de sushi, saque los palitos del empaque y dije en voz alta “Por qué diablos no ponen unos tenedores o una cuchara” mientras los acomodaba para intentar comer todo aquello, solté un suspiro y mientras comenzaba mi ritual de alimentación, pensaba en lo que había dejado pendiente, no me gustaba pensar que Viridiana había sido manipuladora todo este tiempo, pero el simple hecho de que Rodrigo aceptara no estar seguro que de verdad estuviera enamorado de mi, como decía Viridiana, solo me hacía pensar que ella se estaba proyectando en mí, vive a través de ello, lo que ella no se atreve a vivir para ella misma, raro en ella, -quizá no es tan segura como yo pensaba que era- repetí de nuevo en voz alta y me llevaba mi último trozo de sushi a la boca, fue ahí cuando lo divise, era Víctor, y estaba con Andrea y otras personas que no conocía, afortunadamente el aun no me había visto, y si no fuera por el hecho de que ya había planeado terminar mi tarde yendo de hecho a ver una película, que de verdad quería ver y de la que ya tenía boleto, ya hubiera emprendido la retirada, así que ágil me deslice fuera del área de comida sin que me notaran y me fui a refugiar en las tiendas, fingiendo que iba a comprar, aunque solo fuera a ojear también uno que otro par de prendas, hasta que tuviera que ir a mi película.
No disfrutaba del todo, fingir hacer compras y al mismo tiempo cuidándome de no encontrarme con aquel peculiar grupo, mi idea era permanecer en el área de comida pensando pero pues ese plan obviamente perdió su viabilidad, era absurdo tenerles miedo, me decía, no estaba justificado, ¿solíamos ser amigos no?, exacto – Solíamos- conteste en voz alta para mí misma, lo cierto es que las cosas si eran muy cambiadas, Andrea justificadamente me odia, y Víctor injustificadamente me ama, no guardaba sentido, y era una cruel ironía, y responsabilidad mía. Tomaba las prendas de los estantes y las observaba detenidamente, buscando detalles, de nuevo sin intención de comprarlas, y me parecía absurdo, pero no podía hacer más, ya solo faltaban minutos y pensé que quizá podría esperar un poco más en la sala de espera, más seguro ahí que en ningún otro lugar, ahí hay oscuridad y difícilmente me verían ahí, además había demasiada gente en la plaza, por lo que tenía otro punto a mi favor, ¿por qué temo tanto?, no hay razón para sentirse de esta forma, ellos no me verán y salí campante e ingenuamente del local con esa idea cuando de nuevo la ironía y el destino se encargarían de callarme, me los tope de frente, y esto se había convertido en milésimas en una de esas situaciones, en las que me hubiese gustado ver mi expresión al verlos, pero con describir lo que sentía en ese momento era más que suficiente, lo que sentía era más fuerte que la ansiedad o el miedo, era pánico, pero no podía salir corriendo a pesar de que lo deseaba, estaba inmóvil, convenciéndome de sonreír, y con respecto a los personajes que me importaban, pues dentro de lo esperado, Víctor con una cara de iluminación y de ilusión y la de Andrea por el otro lado llena de repudio y rencor, no era extraño, que fuese Víctor quien hablara primero.
Mariana, que agradable sorpresa- dijo mientras se acercaba para besarme, realice maniobras evasivas para que solo fuera un beso de mejilla, mi atacante un poco frustrado no disminuyó su nivel de felicidad que reflejaba su cara, no así la de Andrea que fruncía más su ceño, me acerque a la saludar a cada uno de ellos, mientras Víctor me presentaba a sus otros dos compañeros de universidad, uno aparentemente la nueva pareja de Andrea y al final salude a Andrea, solo le dije -Hola ¿Cómo estás?- ella contestó – hasta hace un momento muy bien- la verdad no tenía que soportar las puñaladas así que respondí sarcásticamente -no recordaba que fueras tan amable-, y Víctor corto de nuevo – No en serio, pensé que estabas ocupada ¿Qué haces por acá?-
Le conteste sin mucho ánimo, y sin intentar ocultar que tenía prisa y estaba incomoda – Ah, Pues como acabe temprano mis pendientes, quise despejarme un rato y ver una película, y ya está a punto de iniciar-
¿En serio, cual vas a ver?- pregunto entusiasmado, al parecer era el único que no se percataba que quería salir rápido de todo eso.
Pues la segunda parte de Romance Inmortal- En cuanto termine de decirlo, parecía que iba a explotar, no cabía de la emoción que sentía, parecía que se volvería loco de tanta ilusión, y yo con la sola idea de la cabeza que sucediera algo que me matara, la cosa no pintaba bien.
¿A qué hora vas a ir a verla?- en cuanto hizo la pregunta era más que obvio que iban a ver esa película, el decir la hora era solo comparable a un tiro jugando a la ruleta rusa, solo que con más balas en el barril de lo habitual.
A las siete- y así fue, el barril del revolver se acciono detonando una bala girando lenta y mortalmente hasta mi cabeza a donde se encontraba apuntando, en sentido figurado.
Woooh, no puede ser, nosotros también vamos a verla – pero a pesar de todo, parecía controlarse o al menos parecía. ¿Vienes con alguien? Oh qué diablos vayamos juntos.
No en definitiva no pensaba claro y no había forma de librarme de esta –Pues, supongo que está bien- Pues ya que- moría por dentro.
Camine a su lado, pero marcando mi distancia, burlando y esquivando todo ataque para intentar tener contacto físico conmigo y por si fuera poco también verbal, quizá en ese punto no fue tan directo, pero sus indirectas eran obvias y molestas, intentaba no ver a Andrea, porque suponía yo que ya se encontraba nadando en bilis.
Mariana, ¿te acuerdas cuando fuimos a ver la primera película juntos?- Insistía, mientras intentaba tomar mi mano por tercera o cuarta vez.
Intento recordarlo – Dije como una forma de decir que ya lo nuestro estaba olvidado.
Bueno más bien eso lo decías las últimas películas que vimos juntos ¿pero las primeras?- Insistió.
Pues solo que no me dejabas verlas, ¿van a pedir palomitas te puedo encargar un paquete chico para mí? – le dije para que me dejara en paz un momento, quizá hacía mal en pedírselo, pero no encontraba otra forma de quitármelo de encima.
Claro me dijo, y no te preocupes, yo te las invito – porque vio que ya estaba sacando mi cartera, cosa que solía hacer cuando me enojaba con él y salíamos- dijo adelántense para apartar lugar. Y así me adelante cuando Andrea me alcanzó.
Mariana, ¿a qué juegas?- me reto.
A absolutamente nada, solo quería ver una película yo sola, pero tú dime, aparentemente yo también estoy súper cómoda aquí, si pudiera ya me hubiera ido- le dije.
Pues quizá es eso mejor, pensé que lo ibas a dejar ya en paz- me dijo.
¿Yo?, ¿dejarlo en paz?, ¿si ves bien?, él ni siquiera me deja respirar, cada viernes habla para que nos veamos- le dije.
Y ¿por qué estás aquí entonces?- siguió, ya estábamos fuera del pasillo.
Ya te dije, no lo planee, y para ser sincera lo debí prever, pero tengo muchas cosas en la cabeza en este momento, quería estar tranquila, eso es todo- solo resoplo ante mi defensa.
Pues ya que, vamos a buscar asiento- e ingresamos a la sala, estaban los anuncios de los próximos estrenos.
Pocos minutos después ya habían llegado los acompañantes con nuestras frituras, era inevitable que me quedara sola con él.
Y pronto empezó la película, y no la podía disfrutar, no sabía que había en la pantalla, estaba más ocupada en ocultarme de Víctor y sus continuos esfuerzos de tener un contacto físico conmigo al menos un pequeño roce, pero yo estaba empeñada en no darle el gusto.
Cuando en la pantalla se producía la escena de mayor clímax y el encuentro de los protagonistas y la revelación de sus sentimientos, tal como había sido en la precuela, mi acompañante se vio hábil, alcanzo con gran rapidez mi mano y la sostuvo firmemente, para que yo no la pudiera retirar, y al unisonó con la película y en un susurro dijo en mi oído – Yo siempre te amé, y lo seguiré haciendo, mi pasado y mi futuro convergen en ti-
Tomé mucha fuerza, y descargue la frustración que sentía una vez más y tuve un arranque, como el que había tenido hace rato, cuando estaba sola- A la mierda, ya estoy cansada, ¡Cansada!
Me levante y lo mire a los ojos – Mira lo que has hecho, has logrado que verdaderamente te odie, me exasperas, no entiendes la diferencia entre realidad y fantasía, yo respeto nuestro pasado, en serio, pero no tienes idea de cómo me arrepiento de tres cosas, una de haber venido hoy, dos de haberte besado aquella vez, y la tercera y quizá lo más importante de haberte conocido, ya estoy asqueada, no quiero que me vuelvas a buscar nunca más y grábate bien esto, Si no puedes lidiar con los amores, mejor no los tengas- no me importo que las demás personas nos gritaran, de todos modos yo ya no tenía nada más que hacer en ese lugar, tome mis cosas y salí de la sala por la entrada principal, con lagrimas en los ojos, pero por el coraje que tenía, estaba echando humo, al alejarme vi que salía Víctor, quizá hecho pedazos lo llevaban Andrea y sus amigos, voltee y lo último que vi eran los ojos de Andrea, con una mirada asesina, que no le conocía, pero mi enojo e ira hacían que no me importara en ese momento, no me sentía arrepentida.
Me encamine a la salida de la plaza y hacia mi auto, conduje y pensé, que quizá no fue tan mala la salida, porque al final había hecho algo terrible, romperle el corazón a Víctor, pero no había otra forma de quitármelo de encima, ya que en primer lugar fui yo quien hizo que volviera a latir ese corazón medio muerto, que ahora si ya estaba rematado, eso me daba alivio, decía, es más fácil lidiar con un corazón roto que con uno moribundo, me decía, llegue a casa y mi Mamá que estaba casualmente en la cocina, pregunto – Hija llegas temprano ¿Todo estuvo bien que tal la película?
A lo que conteste – Horrible y empalagosa, nada más alejado de la realidad, no la acabe de ver.
No tenía congruencia lo que había contestado - ¿Qué te pasó a quien te encontraste?
Pues solo digamos que ya no tendré que decirle a Víctor nada más en mucho tiempo, y es lo único que diré porque si no voy a hacer corajes y en definitiva lo único en lo que quiero pensar a partir de ahora es en mi examen y mi Universidad – le dije.
Bueno, que no quieres platicar ¿Quieres cenar? –preguntó.
Por favor, puedes prepararme también un té- le dije.
Sí- me respondió, y cene tranquilamente para poder irme a dormir, y continuar con el resto de mi semana planeada.
Continuara en el Siguiente Capitulo

2 comments:

::.Pol.:: said...

noooooooooooooo!! lo mató!! lo fusiló!! lo asesinó! que intensooo!!!era de esperarse! me gustó me gustó!! ojalá y Mariana no crea en el Karma! sigo impactada!!! Mariana RULZZ! jaja ahora me intriga en corazón muerto de Víctor y el odio de Andrea aaaawantaaa! pq se enojaria tanto Andrea eeh! jajaja ya di con el meollo del asunto Victor-Andrea!! jaja vale pues, ps a seguirle estudiando
aah sii por cierto ya tienes menos faltas de ortografía eso es bueno!!

Miri Rios said...

ya estoy lista para más! :)
que bien, cheers for that mariana!