Tuesday, December 07, 2010

El Erizo, Cap. 16 "Espinas", Parte I

Las tres semanas siguientes, fueron de desconexión total, pues quería concentrarme en alcanzar mi sueño, de entrar a la escuela de veterinaria, y esta vez no iba a dejar nada al azar, por supuesto ya tenía mis opciones, sin embargo la escuela que más me convenía, sin bien, no estaba tan alejada de mi casa, si representaba muchas dificultades, por la cantidad de aspirantes y segundo porque era el examen que estaba más pronto a realizarse, como en verdad quería quedarme ahí, lo único que hice durante ese mes era estudiar y repasar desesperadamente los temas que se preguntaban habitualmente en los exámenes.
Había en mi cama montones de guías de Matemáticas, y Literatura que eran mis materias más débiles y de las cuales por alguna extraña razón las que contaban con mayor cantidad de puntos, por ciencias no había tanto problema y de hecho por los acontecimientos recientes, muchas de las preguntas se me hacían pan comido, aunque no por eso dejaba de consultar algunos temas, era desesperante porque tenía que hacerlo yo sola y a regañadientes, si me tomaba un segundo de descanso, mi yo interna no me permitía tomarme más de lo que fuese absolutamente necesario, por otro lado ya no me desvelaba, y me levantaba a una hora prudente, pero mientras estuviera despierta y no tuviera que haceres pendientes, la prioridad era estudiar, la computadora permanecía apagada la mayor parte del tiempo, y la utilizaba muy esporádicamente, más que para ver más opciones de escuelas y para mantenerme en contacto con las escuelas lo mismo con el teléfono, no sabía nada de mis amigos o compañeros lo que sea que fuesen ahora, y no quería pensar en ellos. Estaba muy agradecida con mi familia porque a pesar de todo me apoyaban con mi nuevo proyecto de vida, era viernes y faltaba una semana para dicho examen, en verdad, quería quedarme ahí en mi primer intento y no como hace un año, que fue durante las últimas semanas de clase que supe donde se desenvolvería mi destino.
Justo cuando estaba terminando de repasar una de las guías de la escuela, sonó el teléfono de mí casa, en un principio no le preste importancia, escuche que alguien había ido a contestar, pero yo seguía concentrada en el ejemplo de la guía analizándolo, ya me faltaba poco de la misma, los siguientes segundos, se acercaban los pasos de mi mamá a mi habitación, y me hablo – Mariana te hablan por teléfono- , eso no fue suficiente para salir de trance, conteste – estoy ocupada, que en 10 minutos me hablen. Y mi Mamá se retiro, no habían transcurrido ni 3 minutos cuando de nuevo el teléfono sonó, esta vez estaba hipnotizada por el penúltimo ejemplo, de nuevo mi mamá se acerco a mi puerta y antes de que dijera algo, conteste – En cuanto me desocupe yo hablo, por favor- Pero mi mamá respondió - Es que es otro muchacho- no quería desconcentrarme, a lo que conteste – No importa yo le hablo en un rato- y se retiro mi mamá, en otros minutos termine de leer la guía y estaba lista para responder otro examen de muestra, quizá exageraba un poco, pero realmente estaba comprometida en esto, no era ni medio día y ya estaba saturada de libros y de preguntas, pero esta vez me estaba tomando las cosas a conciencia. Lo cierto es que también necesitaba despejarme porque si no lo único que lograría sería aburrirme, y para cuando llegase el día crítico en unos días estaría ya fastidiada de lo mismo, por eso estos días serían en mi caso críticos, y no quería ser molestada, pero aparentemente el destino siempre impondrá pruebas que son en cierta forma necesarias, por cortesía regrese las llamadas.
Revise el aparato del teléfono, para ver el historial de llamadas recientes y llame al último número que era el que tenía más prisa de hablar conmigo, no me fije en el numero, y para cuando me había dado cuenta ya era tarde, sonó el tono una, dos y hasta la tercera vez contestaron.
Bueno, habla Mariana- Dije.
Hola, soy Rodrigo- me contesto del otro lado, tome cierta serenidad para contestarle.
¿De qué querías hablar conmigo? – pregunte.
No lo sé, tal vez arreglar lo que sucedió últimamente – dijo con cierta timidez.
Como no había forma de que nos viéramos pronto, era el momento de aclararlo aunque esto fuese por teléfono, aunque tampoco quería colgarme mucho, porque todavía tenía una llamada pendiente, que por obvias razones deje pendiente- Dime.
Pues no sé por dónde empezar, quiero pedirte disculpas, pero ni siquiera sé si fue realmente mi culpa o la tuya- sonaba que tenía dificultades, y a mí me olía a Viridiana a todas partes tome el control de la situación de inmediato.
Se a que te refieres- le dije- no hay disculpas que ofrecer, ni que dar por ninguna de las dos partes, porque no somos pareja, somos amigos, y sé lo que estas pensando, pero yo no pienso más así, tengo otras cosas en que pensar y no es nada contra ti de veras, pero ahorita estoy en un punto de mi vida donde es mejor que este sola, sin compromisos, tú mismo lo has dicho, pero yo no creo que sea una cuestión de actitud, si no del momento que vivimos, quizá el futuro diga otras cosas.
No lo sé, estoy confundido, no quiero dejarte ir – me dijo.
Quería terminar esto de una vez, quería quitarle la venda de los ojos- Rodrigo, puedo preguntarte algo y me contestas con toda la honestidad del mundo.
Pues adelante- me dijo.
¿Me hablaste por voluntad propia o por concejo de Viridiana?- escupí la pregunta.
Tardo unos segundos en contestar – Quería hablarte, pero sentía que tu debías hacerlo, y el tiempo se me fue y…
Ya no digas más, Viridiana te dijo que me hablaras ¿verdad? – lo rete, sin ser demasiado agresiva.
La verdad me dijo que si no te quería perder, lo hiciera, y que te dijera lo que siento por ti- me dijo un poco consternado.
Pero tú no sabes que es lo que sientes por mí – le dije.
Tan obvio soy- me dijo y soltó una risa nerviosa.
No es tu culpa, nos hemos dejado llevar, me agradas y te aprecio, no, lo cierto es que te quiero, pero no de la forma en la que lo hemos querido hacer, no somos válvulas de escape, solo nos hemos estado engañando- le dije.
Yo creo, que también te quiero, pero no te amo, sí, eso exactamente,- soltó un suspiro- ya no me siento, bueno pues me siento, sin ofender, liberado.
Si yo también, pero tengo algo pendiente aún por resolver, amigo mío, se que te va a molestar que te lo diga, pero es que no puedo permitirme estar más en esta situación, así que escúchame que esta es la razón por la que también hemos salido peleando, pero es importante, no para mí- le dije con seriedad.
Dime – me dijo sin mucho ánimo.
Siento, que Viridiana nos ha utilizado, quizá inconscientemente- le dije.
¿Lo dices por qué?- preguntó, aunque no se escuchaba muy convencido.
Mira sé que no lo quieres ver, y ella tampoco lo hace fácil, pero yo se que ustedes se traen cosas, tu confusión, su confusión, más bien nuestra, es por esa misma razón, y que se llama Viridiana, ha querido tener las cosas bajo control pues desde que nos conocimos y dimos un simple chispazo de atracción, y quizá este paranoica pero a mí, siempre me ha dado esa impresión, de querer manejar las cosas de modo que ella no sienta que se ha quedado fuera- le dije, insistiendo en las ideas que siempre he tenido al respecto.
Ah ya se a donde va esto, mira, prometo que no me enoja, principalmente porque sería hipócrita de mi parte negarlo, sobre todo con lo que acabamos de hablar, es solo que siento que es algo que debo analizar yo solo- me dijo.
Lo entiendo totalmente y estoy de acuerdo contigo, es cosa tuya, quiero hablar con Viridiana también, de verdad no lo hago con otro fin, me importan y los quiero no tienes idea de cuánto significan para mí, pero prométeme que lo vas a resolver- le dije.
Si lo hare- me dijo – pero ya me debo de ir, se me hace tarde. Y me colgó, de nuevo me quede con las ideas a medias, no podía hacer que Viridiana y Rodrigo me escucharan y eso me frustraba, pero por que les da tanto miedo aceptar sus emociones, para que tantas mentiras, y sin quererlo para retomar lo que tenía que hacer llegue a una posible explicación.

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