De nuevo la alarma de mi despertador sonó justo cuando apenas había sentido que cerraba mis ojos, definitivamente no me sentía descansada de ninguna manera, la mala espina y la angustia que sentí durante la noche no habían desaparecido, una parte de mi me decía que me quedara en cama, pero la obligación y la responsabilidad que siempre me habían caracterizado me impedía realizar dicha petición, por lo que casi a regañadientes deje la cama a pesar de todas las razones que sentía me amarraban a ella.
Ya había tomado práctica para manejar mi nuevo look, un fin de semana entero con Viridiana había servido para tal efecto, aunque solo era cuestión de perfeccionar la misma, pues me tomaba más tiempo de lo habitual para poder arreglarme, tenía entonces el tiempo justo para desayunar algo ligero y conducir hasta el cole aunque mis presentimientos aún me decían que me quedara en casa, evidentemente eso no podía ponerse a tela de juicio, lo que debía hacerse debía hacerse, y como sea tenía que ir ese día; cuando llegue al colegio había ya una cantidad considerable de autos en el estacionamiento, por lo que no pude hallar un lugar que fuera suficientemente de mi agrado, la sensación de estar cometiendo un error comenzaba a ceder, y eso era bueno porque empezaba a sentirme aún más angustiada por ello, como sea al ver mi cara en el retrovisor pude notar que no iba maquillada, usualmente eso no me hubiera molestado, pero por alguna extraña razón sentí la necesidad de pintarme, así que saque un estuche que se había quedado en el carro, de hecho porque Viridiana lo había dejado ahí para una situación de emergencia, tal como estaba sucediendo ahora, y como ella había dicho la verdad no necesitaba tanto maquillaje, con un par de retoques por aquí y por allá ya estaba lista, y así era, cuando vi el reloj en mi display, ¡ya eran las 7:15!. Salí de mi vehículo corriendo despavoridamente, no podía creer que por vanidad iba a llegar tarde a mis clases.
Efectivamente ya todos estaban en clase, incluyendo al profesor que iba a la mitad de la lista de asistencia, afortunadamente aún no había mencionado mi nombre, faltaban un par de apellidos para llegar al mío, entre discretamente y sin hacer mucho ruido tome mi lugar, y espere para poder decir presente, una vez que termino el ritual de pasar lista, empezaría la verdadera tortura y masacre,- Muy bien muchachos por favor entreguen los adelantos de sus proyectos- anunciaba el profe con su tono de voz característico, y aunque hice mi parte, a mi parecer adecuadamente, no podía evitar sentir que incluso para mis estándares de calidad esta dejaba mucho que desear, pero por las necesidades que había adquirido recientemente, esta tarea en especial había quedado en segundo plano, y hoy no podía evitar sentirme culpable por no haberlo hecho bien y haberle dado la importancia que merecía, y lo que era peor es que no solo me iba yo con la responsabilidad, si no que me llevaba conmigo a mis compañeros de equipo, con los que había adquirido reciente afinidad. Como llevaban una laptop, supuse que habían estado retocándola hasta donde el tiempo lo había permitido eso me hacía sentir un hueco en el estomago y me hacía pensar tantas cosas, de haber sabido, tal vez me hubiera levantado más temprano y les hubiera ayudado con eso, remordimiento, eso era lo que me estaba consumiendo por dentro, pero ahora ya era tarde para sentirse así, lo hecho, hecho estaba. La clase transcurría con su ritmo habitual, pero en mi corazón podía sentir que lo peor estaba por venir, mis presentimientos habían regresado. Poco tiempo después el descanso había llegado un poco antes de lo que esperaba.
Salí rápido del aula, la sensación de querer huir estaba empezando a volverme loca, y pronto no sería capaz de controlarlo, sin embargo una voz detuvo mi reacción en seco, ¡Mariana! grito Chayo. Me voltee poco a poco, estaba ya a pocos centímetros de mi, y junto a ella estaba Guille y Gritos como siempre el ultimo guardando distancia.
¿Qué ocurre?- Pregunte, un poco temerosa.
¿Pues eso me gustaría saber, que te paso, es que…-sonaba bastante molesta hasta que la interrumpió Guille,- Ya tranquila no es para que te pongas así, en serio contrólate-
¿En serio que sucede?- volví a preguntar, con un poco más de inseguridad de lo habitual.
Lo que pasa es que tú parte del trabajo tenía muchos errores y le faltaban algunos detalles, y en parte fue nuestra culpa por no haberte dicho, porque pensamos que te ibas a dar cuenta- me contestó Guille con tranquilidad.
Oh, en serio lo siento, es que pasaron tantas cosas este fin de semana, que apenas encontré tiempo.
Aún así yo no estoy del todo contenta- dijo Chayo, su voz sonaba bastante molesta, y eso me hacía sentir realmente mal.
Ya, el trabajo quedo como quedó, aun quedo bastante rescatable, además entre Guille y yo lo arreglamos bien, no tienes porque ponerte así Chayo- Dijo Gritos, nunca había vivido una situación similar, y en caso de que me hubiese sucedido yo hubiera estado justo del otro lado de la situación, sentía el peso de la culpa aplastándome en ese momento, y aunque no era precisamente tan opresiva como la que sentía por el asunto Viridiana/Rodrigo, en serio me hacía pasar un mal rato.
En serio de corazón lo siento, es que no encontré el tiempo suficiente para poder hacer eso, y con las prisas, tampoco pude fijarme en los detalles, pero eso fue lo mejor que pude hacer- pude haber vomitado más cosas, pero era mejor dejar las cosas así, hasta yo sabía que las palabras estaban de más.
¿Y que era más importante que el trabajo?- Preguntó Chayo.
Lo que pasa es que una amiga está pasando por un momento difícil, y la tuve que ir a ver- de nuevo tuve que usar una mentira blanca, aparentemente esta parte en cualquier vida era absolutamente necesaria para sobrevivir.
Uhmm- Era evidente que Chayo estaba totalmente descontenta, pero no iba a ir más allá, ni yo tampoco estaba dispuesta a hacer eso, pues a pesar de todo, ellos me seguían agradando, por mil razones.
Lo compensaré es una promesa, pase lo que pase-
De nuevo prometiendo cosas que ni yo estoy segura que cumpliré, ya había olvidado porque las inútiles promesas se habían quedado en la lista negra de las cosas que se iban a ir al diablo con la vieja Mariana, la única diferencia hasta el momento, era que con la nueva Mariana las cosas sucedían increíblemente más rápido, a un ritmo en el que yo apenas me podía mantener al tanto y a flote.
Vamos a comer, hacer corajes no resuelve nada- dijo Guille, y como eran mis únicos amigos en las clases los acompañe, aunque en parte no quería hacerlo, pero tampoco quería quedarme sola.
Y aunque estaba rodeada de gente de nuevo me sentía sola, extrañaba a Viridiana, como me sería útil tenerla aquí, mi mejor amiga, como quisiera que me acompañaras, y Rodrigo, si él estuviera aquí, al menos me olvidaría de las cosas que suceden, estaría viviendo una fantasía y no otra estúpida pesadilla, ya me está empezando a cansar que hasta las pesadillas se salgan de mis sueños y me persigan en la realidad, la única diferencia es que al menos alcanzo a entender algo de la realidad, porque mis pesadillas siguen siendo aún un misterio.
Ya había tomado práctica para manejar mi nuevo look, un fin de semana entero con Viridiana había servido para tal efecto, aunque solo era cuestión de perfeccionar la misma, pues me tomaba más tiempo de lo habitual para poder arreglarme, tenía entonces el tiempo justo para desayunar algo ligero y conducir hasta el cole aunque mis presentimientos aún me decían que me quedara en casa, evidentemente eso no podía ponerse a tela de juicio, lo que debía hacerse debía hacerse, y como sea tenía que ir ese día; cuando llegue al colegio había ya una cantidad considerable de autos en el estacionamiento, por lo que no pude hallar un lugar que fuera suficientemente de mi agrado, la sensación de estar cometiendo un error comenzaba a ceder, y eso era bueno porque empezaba a sentirme aún más angustiada por ello, como sea al ver mi cara en el retrovisor pude notar que no iba maquillada, usualmente eso no me hubiera molestado, pero por alguna extraña razón sentí la necesidad de pintarme, así que saque un estuche que se había quedado en el carro, de hecho porque Viridiana lo había dejado ahí para una situación de emergencia, tal como estaba sucediendo ahora, y como ella había dicho la verdad no necesitaba tanto maquillaje, con un par de retoques por aquí y por allá ya estaba lista, y así era, cuando vi el reloj en mi display, ¡ya eran las 7:15!. Salí de mi vehículo corriendo despavoridamente, no podía creer que por vanidad iba a llegar tarde a mis clases.
Efectivamente ya todos estaban en clase, incluyendo al profesor que iba a la mitad de la lista de asistencia, afortunadamente aún no había mencionado mi nombre, faltaban un par de apellidos para llegar al mío, entre discretamente y sin hacer mucho ruido tome mi lugar, y espere para poder decir presente, una vez que termino el ritual de pasar lista, empezaría la verdadera tortura y masacre,- Muy bien muchachos por favor entreguen los adelantos de sus proyectos- anunciaba el profe con su tono de voz característico, y aunque hice mi parte, a mi parecer adecuadamente, no podía evitar sentir que incluso para mis estándares de calidad esta dejaba mucho que desear, pero por las necesidades que había adquirido recientemente, esta tarea en especial había quedado en segundo plano, y hoy no podía evitar sentirme culpable por no haberlo hecho bien y haberle dado la importancia que merecía, y lo que era peor es que no solo me iba yo con la responsabilidad, si no que me llevaba conmigo a mis compañeros de equipo, con los que había adquirido reciente afinidad. Como llevaban una laptop, supuse que habían estado retocándola hasta donde el tiempo lo había permitido eso me hacía sentir un hueco en el estomago y me hacía pensar tantas cosas, de haber sabido, tal vez me hubiera levantado más temprano y les hubiera ayudado con eso, remordimiento, eso era lo que me estaba consumiendo por dentro, pero ahora ya era tarde para sentirse así, lo hecho, hecho estaba. La clase transcurría con su ritmo habitual, pero en mi corazón podía sentir que lo peor estaba por venir, mis presentimientos habían regresado. Poco tiempo después el descanso había llegado un poco antes de lo que esperaba.
Salí rápido del aula, la sensación de querer huir estaba empezando a volverme loca, y pronto no sería capaz de controlarlo, sin embargo una voz detuvo mi reacción en seco, ¡Mariana! grito Chayo. Me voltee poco a poco, estaba ya a pocos centímetros de mi, y junto a ella estaba Guille y Gritos como siempre el ultimo guardando distancia.
¿Qué ocurre?- Pregunte, un poco temerosa.
¿Pues eso me gustaría saber, que te paso, es que…-sonaba bastante molesta hasta que la interrumpió Guille,- Ya tranquila no es para que te pongas así, en serio contrólate-
¿En serio que sucede?- volví a preguntar, con un poco más de inseguridad de lo habitual.
Lo que pasa es que tú parte del trabajo tenía muchos errores y le faltaban algunos detalles, y en parte fue nuestra culpa por no haberte dicho, porque pensamos que te ibas a dar cuenta- me contestó Guille con tranquilidad.
Oh, en serio lo siento, es que pasaron tantas cosas este fin de semana, que apenas encontré tiempo.
Aún así yo no estoy del todo contenta- dijo Chayo, su voz sonaba bastante molesta, y eso me hacía sentir realmente mal.
Ya, el trabajo quedo como quedó, aun quedo bastante rescatable, además entre Guille y yo lo arreglamos bien, no tienes porque ponerte así Chayo- Dijo Gritos, nunca había vivido una situación similar, y en caso de que me hubiese sucedido yo hubiera estado justo del otro lado de la situación, sentía el peso de la culpa aplastándome en ese momento, y aunque no era precisamente tan opresiva como la que sentía por el asunto Viridiana/Rodrigo, en serio me hacía pasar un mal rato.
En serio de corazón lo siento, es que no encontré el tiempo suficiente para poder hacer eso, y con las prisas, tampoco pude fijarme en los detalles, pero eso fue lo mejor que pude hacer- pude haber vomitado más cosas, pero era mejor dejar las cosas así, hasta yo sabía que las palabras estaban de más.
¿Y que era más importante que el trabajo?- Preguntó Chayo.
Lo que pasa es que una amiga está pasando por un momento difícil, y la tuve que ir a ver- de nuevo tuve que usar una mentira blanca, aparentemente esta parte en cualquier vida era absolutamente necesaria para sobrevivir.
Uhmm- Era evidente que Chayo estaba totalmente descontenta, pero no iba a ir más allá, ni yo tampoco estaba dispuesta a hacer eso, pues a pesar de todo, ellos me seguían agradando, por mil razones.
Lo compensaré es una promesa, pase lo que pase-
De nuevo prometiendo cosas que ni yo estoy segura que cumpliré, ya había olvidado porque las inútiles promesas se habían quedado en la lista negra de las cosas que se iban a ir al diablo con la vieja Mariana, la única diferencia hasta el momento, era que con la nueva Mariana las cosas sucedían increíblemente más rápido, a un ritmo en el que yo apenas me podía mantener al tanto y a flote.
Vamos a comer, hacer corajes no resuelve nada- dijo Guille, y como eran mis únicos amigos en las clases los acompañe, aunque en parte no quería hacerlo, pero tampoco quería quedarme sola.
Y aunque estaba rodeada de gente de nuevo me sentía sola, extrañaba a Viridiana, como me sería útil tenerla aquí, mi mejor amiga, como quisiera que me acompañaras, y Rodrigo, si él estuviera aquí, al menos me olvidaría de las cosas que suceden, estaría viviendo una fantasía y no otra estúpida pesadilla, ya me está empezando a cansar que hasta las pesadillas se salgan de mis sueños y me persigan en la realidad, la única diferencia es que al menos alcanzo a entender algo de la realidad, porque mis pesadillas siguen siendo aún un misterio.
1 comment:
definitivamente pasó, el trabajo no estaba hecho!!! jaja lo sabia!!, pero bueno, si estas con mucha gente y te sientes sola :(
hahaha se enojó chayo! jajajajaja.. ahh que feoo... que se enojen contigo por un trabajo... pero oosh Mariana tuvo la culpa! jajaja buenoo "x" .. oiee.. mañana es martes!!
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