Entonces termine de comer para alcanzarlos, cando lo hice ya habían bajado casi todas mis cosas, solo alcance a cargar una maleta mediana, y a pesar de eso pesaba bastante, mi hermano Alex cargaba una de las pesadas y mientras la llevaba dentro exclamo al pasar a mi lado – ¿No manches que te trajiste los tabiques de tu escuela?
A lo que le respondí - No seas infantil, son solo piedras de los trabajos de geología-
La buena noticia para mí era que no habían hecho mención todavía de algunas otras cosas que eran obvias quizá lo importante era tratar lo que ya se había discutido en la mesa, estaba cavilando en eso cuando pronto se disiparon todas mis dudas, estaba mirando perdidamente mis maletas acomodadas inteligentemente en la sala de la casa, mi cuarto quedaba en la planta alta, así que tendría que subir una por una para desempacar, desgraciadamente mi mamá se me adelanto e inicio el desempaco antes de que yo pudiera robarme las maletas - Mariana mira cuanta ropa compraste, con razón te quedaste sin dinero, pero al menos es bonita- dijo con gran asombro mientras desplegaba las carísimas blusas con estridentes colores. – Ay mamá no seas exagerada- le dije mientras robaba la maleta que más vergüenza me daría que descubrieran, la que contenía la ropa de fiesta minifaldas, tops, y el terrible short con el que conocí a Rodrigo entre otras cosas. En ese momento sentí como mi hermano acariciaba mi cabello y finalmente dio un tirón leve de él, solo alcance a exclamar un poco de dolor y molestia y le pague a cambio con otro codazo en las costillas – ¡Auch! en ropa no es en lo único que gasto- dijo mientras se estremecía de dolor, de hecho perdió un poco de aliento con ese último golpe.
Lo cierto era que a pesar de que me había dejado crecer mi cabello, Viridiana hacia que me lo retocara cada cierto periodo de tiempo para que no creciera de forma vulgar, ahora que estoy en casa creo que Viridiana era la peor enemiga de mi cartera, porque aunque pagáramos las dos, muchas veces la que pagaba mucho por sus cosas era yo, primero la ropa, el cabello, las salidas, los antros que fueron 3 o 4 veces pero me hicieron desembolsar bastante y el gym, era demasiado para mi pobre tarjeta que podría jurar esta sobregirada, porque mis viejos habrían de darme una tarjeta.
Bueno la verdad, no nos dimos cuenta de cuando te volviste una mujer hija, de haberlo sabido antes tal vez te hubiéramos limitado el crédito como le dije a tu papa, pero en fin el tenía confianza en ti, pero sin duda alguna tienes espíritu de mujer- dijo mi mamá mientras sacaba más ropa de otra maleta, tome la ropa que ya había sacado y me disponía a llevarla a mi cuarto, si no hubiera sido porque el pusilánime de mi hermano me intercepto con uno de sus desvaríos de mini macho.
Nomás el dinero mama, también el coche tiene un montón de rasponsitos, no cabe duda que las mujeres son pésimas al volante – Eso fue la gota que derramo el vaso.
Aclaración idiota, esos rasponsitos que dices tú son de estacionamiento y fíjate bien porque hasta el auto de mi papa debe tener dos o tres, pero obvio como tú nunca has salido de este pueblo de pacotilla pues no sabes de esas cosas, p…
A ver ya niños, los dos se están quietos, yo como su madre sé que esto va a terminar en golpes, tu chiquillo vete a ver si ya puso la marrana, y deja que Mariana y yo terminemos de desempacar- Dijo mi madre cortando los insultos que usualmente son necesarios para encender el mal carácter de mi hermano Alejandro. Como él sabe que las cosas se ponen bastante feas si sigue con su necedad, se fue a perder a su cuarto muy probablemente encerrarse con su música o bien a jugar con sus juegos de video, lo que en cierta forma me recordaba a Chayo, tal vez sería buena idea conectarse más tarde para saber de ellos – Mamá, ¿hay internet en la casa?- pregunte instintivamente tras todo lo acumulado en pensamientos.
Si, aunque en realidad los únicos que lo utilizan son tu hermano y esporádicamente tu papá- Contesto un poco extrañada.
Ah, perfecto conteste- lo más natural hubiera sido que me hubiera conectado inmediatamente, pero preferí esperar por dos simples razones, la primera no iba a dejar que mi mamá desempacara todo sin mi presencia y segundo nadie en su sano juicio se conecta a las tres de la tarde.
Así me adelante rápidamente con algunas maletas a mi cuarto, ya estando ahí me asegure que mamá no viniera y rápidamente saque la ropa que más pena me causaba, el terrible short, desde aquella vez jamás me lo he vuelto a poner, me miraba con recelo desde la cama, rápidamente decidí a qué lugar de mi habitación iban a terminar estas prendas, afortunadamente durante mi estadio en la Universidad mi cuarto permanecía estático, tal como lo había abandonado, tal vez un poco de polvo acumulado pero a pesar de eso se veía que mi mamá mínimo limpiaba de vez en cuando obviamente respetando algunos espacios como cajones y mi closet, y sabiendo todo esto esos serían los lugares predilectos para dichas prendas, así que rápidamente las lleve a su nuevo hogar pues mi mamá no tardaría en subir con un paquete de prendas ya desenvueltas para que yo les dé un lugar en mi habitación, apenas guarde el ultimo top, mi mamá ya estaba abriendo la puerta de mi habitación, con cierta dificultad, corrí para abrir, entro cargando un bulto bastante grande de ropa y exclamo –Mariana ¿Por qué cerraste la puerta? A lo que conteste – lo siento tal vez la cerré sin fijarme- , al menos había desempacado la mitad de la ropa en la primera tanda, por lo que yo imaginaba que faltaba ya muy poco, y así era, ella me dejo para desempacar el resto de las cosas mientras lo que yo acomodaba lo que ella había llevado a mi habitación, ya llevaba gran parte cuando subió con la segunda tanda, esta vez menor que la primera a lo que pregunte – ¿Eso es todo? En seguida contesto en un suspiro – De ropa sí, pero aun faltan tus aparatos y otras cosas- muy bien ya faltaba poco y le dije sonriendo – Muy bien en cuanto termine con la ropa voy a acomodar eso- y así transcurrió tal vez una media hora más, quizá más tiempo cuando termine con la ropa. Baje a abrir las pocas maletas que quedaban y acomodar las cosas donde iban, los artículos de baño en el baño, los retratos sobre los muebles, los libros en mi viejo librero aunque tuve que ingeniármelas para que ocuparan poco espacio, y finalmente los aparatos eléctricos, mi enorme televisor y mi laptop. Estaba muerta no era muy tarde pero me estaba cayendo de sueño, la verdad era que me quería conectar con el resto del mundo pero también quería tomarme un respiro, no me decidía. En ese momento mi mamá toco a la puerta de mi habitación –Adelante dije- con la voz reflejando cierto cansancio.
Ay hija que diferente te vez a la niña que se fue de aquí hace algunos meses- me dijo.
Pues yo sigo siendo tu hija- Aunque tenía razón en lo del cambio.
Te ves, más feliz- me dijo mientras me abrazaba y me sentaba en la cama.
Lo estoy- le dije mientras dibujaba una sutil sonrisa.
Pero no lo suficiente, se lo difícil que es crecer, pero aquí siempre va a estar tu familia para apoyarte, no lo olvides Mariana- me dijo, me sorprendía tanto que me dijeran esas cosas, supongo que después de todo ellos sabían que siempre estaba afligida.
Bueno subí para avisarte que ya está la cena preparada – dijo mientras se adelantaba a la puerta y se adelanto para servir la cena, bueno al menos ya no tengo porque preocuparme porque hacer ahora iría a cenar.
Baje detrás de mi mamá cuando llegamos al comedor no me sorprendió ver tres lugares en la mesa inmediatamente hice la pregunta más obvia del mundo y cuya respuesta ya conocía- ¿No va a cenar mi papá?
No tu papá trabaja hoy de hecho solo se tomo unas horas más para hablar contigo pero desde hace rato se fue – Típica respuesta, al menos era bueno saber que el hombre se tomaba algo de su tiempo para sus hijos, y eso supongo que ya era algo.
Enseguida nos alcanzo mi hermano, pude notar que él pensaba lo mismo que yo, solo que el omitió la parte de las preguntas, quizá el ya estaba enterado, cuando mi mamá lo diviso en seguida exclamo – Adelante muchachos sírvanse que se enfría- después de eso poco se dijo durante la cena, y esta se desenvolvió como todas las cenas que yo recordaba.
Todo seguía igual no cabe duda, salgo del infierno para estar en el infierno que emoción, pero ahora tengo mucho en que concentrarme, de nuevo la lista de prioridades estaba en la mesa para ser rellenada, pero ahora tengo una ventaja con a que no contaba hacia un año, no tengo nada más que hacer, era evidente que la principal pregunta era la más complicada para hallarle una respuesta por simple que esta fuese ¿Ahora qué voy a hacer de mi vida?, lo que me sobra es tiempo y eso es una ventaja, y el problema es que me sobra tiempo, el no tener nada que hacer me va a volver loca, no voy a dar con una respuesta pronto, termine de cenar lleve mis platos a la cocina y los lave con cuidado, era sorprendente lo contrastante que éramos yo y mi hermano Alex, mientras yo me tardo horas en engullir un pedazo de pan, él ya había terminado su cena, y sus platos a medio lavar, los tome y los lave de nuevo, aunque en teoría no debería hacerlo pero en fin, una noche que yo lo haga no le va a hacer daño a nadie, después de todo esta noche la cena no la hicieron para mí sola, ya estaba terminado, no tenía sueño quería conectarme para despejarme un rato, me despedí de mi mamá y me encerré en mi cuarto, conecte el aparato y lo encendí, había que reconfigurar el internet, y eso significaban malas noticias.
A lo que le respondí - No seas infantil, son solo piedras de los trabajos de geología-
La buena noticia para mí era que no habían hecho mención todavía de algunas otras cosas que eran obvias quizá lo importante era tratar lo que ya se había discutido en la mesa, estaba cavilando en eso cuando pronto se disiparon todas mis dudas, estaba mirando perdidamente mis maletas acomodadas inteligentemente en la sala de la casa, mi cuarto quedaba en la planta alta, así que tendría que subir una por una para desempacar, desgraciadamente mi mamá se me adelanto e inicio el desempaco antes de que yo pudiera robarme las maletas - Mariana mira cuanta ropa compraste, con razón te quedaste sin dinero, pero al menos es bonita- dijo con gran asombro mientras desplegaba las carísimas blusas con estridentes colores. – Ay mamá no seas exagerada- le dije mientras robaba la maleta que más vergüenza me daría que descubrieran, la que contenía la ropa de fiesta minifaldas, tops, y el terrible short con el que conocí a Rodrigo entre otras cosas. En ese momento sentí como mi hermano acariciaba mi cabello y finalmente dio un tirón leve de él, solo alcance a exclamar un poco de dolor y molestia y le pague a cambio con otro codazo en las costillas – ¡Auch! en ropa no es en lo único que gasto- dijo mientras se estremecía de dolor, de hecho perdió un poco de aliento con ese último golpe.
Lo cierto era que a pesar de que me había dejado crecer mi cabello, Viridiana hacia que me lo retocara cada cierto periodo de tiempo para que no creciera de forma vulgar, ahora que estoy en casa creo que Viridiana era la peor enemiga de mi cartera, porque aunque pagáramos las dos, muchas veces la que pagaba mucho por sus cosas era yo, primero la ropa, el cabello, las salidas, los antros que fueron 3 o 4 veces pero me hicieron desembolsar bastante y el gym, era demasiado para mi pobre tarjeta que podría jurar esta sobregirada, porque mis viejos habrían de darme una tarjeta.
Bueno la verdad, no nos dimos cuenta de cuando te volviste una mujer hija, de haberlo sabido antes tal vez te hubiéramos limitado el crédito como le dije a tu papa, pero en fin el tenía confianza en ti, pero sin duda alguna tienes espíritu de mujer- dijo mi mamá mientras sacaba más ropa de otra maleta, tome la ropa que ya había sacado y me disponía a llevarla a mi cuarto, si no hubiera sido porque el pusilánime de mi hermano me intercepto con uno de sus desvaríos de mini macho.
Nomás el dinero mama, también el coche tiene un montón de rasponsitos, no cabe duda que las mujeres son pésimas al volante – Eso fue la gota que derramo el vaso.
Aclaración idiota, esos rasponsitos que dices tú son de estacionamiento y fíjate bien porque hasta el auto de mi papa debe tener dos o tres, pero obvio como tú nunca has salido de este pueblo de pacotilla pues no sabes de esas cosas, p…
A ver ya niños, los dos se están quietos, yo como su madre sé que esto va a terminar en golpes, tu chiquillo vete a ver si ya puso la marrana, y deja que Mariana y yo terminemos de desempacar- Dijo mi madre cortando los insultos que usualmente son necesarios para encender el mal carácter de mi hermano Alejandro. Como él sabe que las cosas se ponen bastante feas si sigue con su necedad, se fue a perder a su cuarto muy probablemente encerrarse con su música o bien a jugar con sus juegos de video, lo que en cierta forma me recordaba a Chayo, tal vez sería buena idea conectarse más tarde para saber de ellos – Mamá, ¿hay internet en la casa?- pregunte instintivamente tras todo lo acumulado en pensamientos.
Si, aunque en realidad los únicos que lo utilizan son tu hermano y esporádicamente tu papá- Contesto un poco extrañada.
Ah, perfecto conteste- lo más natural hubiera sido que me hubiera conectado inmediatamente, pero preferí esperar por dos simples razones, la primera no iba a dejar que mi mamá desempacara todo sin mi presencia y segundo nadie en su sano juicio se conecta a las tres de la tarde.
Así me adelante rápidamente con algunas maletas a mi cuarto, ya estando ahí me asegure que mamá no viniera y rápidamente saque la ropa que más pena me causaba, el terrible short, desde aquella vez jamás me lo he vuelto a poner, me miraba con recelo desde la cama, rápidamente decidí a qué lugar de mi habitación iban a terminar estas prendas, afortunadamente durante mi estadio en la Universidad mi cuarto permanecía estático, tal como lo había abandonado, tal vez un poco de polvo acumulado pero a pesar de eso se veía que mi mamá mínimo limpiaba de vez en cuando obviamente respetando algunos espacios como cajones y mi closet, y sabiendo todo esto esos serían los lugares predilectos para dichas prendas, así que rápidamente las lleve a su nuevo hogar pues mi mamá no tardaría en subir con un paquete de prendas ya desenvueltas para que yo les dé un lugar en mi habitación, apenas guarde el ultimo top, mi mamá ya estaba abriendo la puerta de mi habitación, con cierta dificultad, corrí para abrir, entro cargando un bulto bastante grande de ropa y exclamo –Mariana ¿Por qué cerraste la puerta? A lo que conteste – lo siento tal vez la cerré sin fijarme- , al menos había desempacado la mitad de la ropa en la primera tanda, por lo que yo imaginaba que faltaba ya muy poco, y así era, ella me dejo para desempacar el resto de las cosas mientras lo que yo acomodaba lo que ella había llevado a mi habitación, ya llevaba gran parte cuando subió con la segunda tanda, esta vez menor que la primera a lo que pregunte – ¿Eso es todo? En seguida contesto en un suspiro – De ropa sí, pero aun faltan tus aparatos y otras cosas- muy bien ya faltaba poco y le dije sonriendo – Muy bien en cuanto termine con la ropa voy a acomodar eso- y así transcurrió tal vez una media hora más, quizá más tiempo cuando termine con la ropa. Baje a abrir las pocas maletas que quedaban y acomodar las cosas donde iban, los artículos de baño en el baño, los retratos sobre los muebles, los libros en mi viejo librero aunque tuve que ingeniármelas para que ocuparan poco espacio, y finalmente los aparatos eléctricos, mi enorme televisor y mi laptop. Estaba muerta no era muy tarde pero me estaba cayendo de sueño, la verdad era que me quería conectar con el resto del mundo pero también quería tomarme un respiro, no me decidía. En ese momento mi mamá toco a la puerta de mi habitación –Adelante dije- con la voz reflejando cierto cansancio.
Ay hija que diferente te vez a la niña que se fue de aquí hace algunos meses- me dijo.
Pues yo sigo siendo tu hija- Aunque tenía razón en lo del cambio.
Te ves, más feliz- me dijo mientras me abrazaba y me sentaba en la cama.
Lo estoy- le dije mientras dibujaba una sutil sonrisa.
Pero no lo suficiente, se lo difícil que es crecer, pero aquí siempre va a estar tu familia para apoyarte, no lo olvides Mariana- me dijo, me sorprendía tanto que me dijeran esas cosas, supongo que después de todo ellos sabían que siempre estaba afligida.
Bueno subí para avisarte que ya está la cena preparada – dijo mientras se adelantaba a la puerta y se adelanto para servir la cena, bueno al menos ya no tengo porque preocuparme porque hacer ahora iría a cenar.
Baje detrás de mi mamá cuando llegamos al comedor no me sorprendió ver tres lugares en la mesa inmediatamente hice la pregunta más obvia del mundo y cuya respuesta ya conocía- ¿No va a cenar mi papá?
No tu papá trabaja hoy de hecho solo se tomo unas horas más para hablar contigo pero desde hace rato se fue – Típica respuesta, al menos era bueno saber que el hombre se tomaba algo de su tiempo para sus hijos, y eso supongo que ya era algo.
Enseguida nos alcanzo mi hermano, pude notar que él pensaba lo mismo que yo, solo que el omitió la parte de las preguntas, quizá el ya estaba enterado, cuando mi mamá lo diviso en seguida exclamo – Adelante muchachos sírvanse que se enfría- después de eso poco se dijo durante la cena, y esta se desenvolvió como todas las cenas que yo recordaba.
Todo seguía igual no cabe duda, salgo del infierno para estar en el infierno que emoción, pero ahora tengo mucho en que concentrarme, de nuevo la lista de prioridades estaba en la mesa para ser rellenada, pero ahora tengo una ventaja con a que no contaba hacia un año, no tengo nada más que hacer, era evidente que la principal pregunta era la más complicada para hallarle una respuesta por simple que esta fuese ¿Ahora qué voy a hacer de mi vida?, lo que me sobra es tiempo y eso es una ventaja, y el problema es que me sobra tiempo, el no tener nada que hacer me va a volver loca, no voy a dar con una respuesta pronto, termine de cenar lleve mis platos a la cocina y los lave con cuidado, era sorprendente lo contrastante que éramos yo y mi hermano Alex, mientras yo me tardo horas en engullir un pedazo de pan, él ya había terminado su cena, y sus platos a medio lavar, los tome y los lave de nuevo, aunque en teoría no debería hacerlo pero en fin, una noche que yo lo haga no le va a hacer daño a nadie, después de todo esta noche la cena no la hicieron para mí sola, ya estaba terminado, no tenía sueño quería conectarme para despejarme un rato, me despedí de mi mamá y me encerré en mi cuarto, conecte el aparato y lo encendí, había que reconfigurar el internet, y eso significaban malas noticias.
1 comment:
pfff.. si hay mucho que hacer.. bueno .. sabes.. ahora que dices que vive en un pueblo, me imaginé así como los suburbios de los EU de las películas jajaja bueno.. ps podría trabajaar y cuando ya obtuviera su trabajo pacatelas, que resulta que Víctor tmb trabaja ahiiii!! y Rodrigo la va a buscar aww jajajaja bno pff... ps esta buenaa solo que QUE PASO CON LA MUSICAA es elemental y me recuerda tanto a abuzurdah! jaja pq ella tmb escuchaba a Zero 7 jaja bueno ps... haber yaaa lei lo de medio mes jajaja las voy a impriimiir eh jajaja
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