Y así emprendí la retirada sin mirar atrás, ya todo estaba empacado todo incluyendo mis recuerdos, transcurrían las horas y los kilómetros a la par y con mucha fluidez a pesar de que la ciudad era bastante grande, con esto todo lo que me rodeaba adquiría un tono cada vez más gris y triste, en parte porque se estaba nublando, ya estaba entrando a la carretera, pues mi casa quedaba por así decirlo un poco fuera de la ciudad, de repente empezó a llover, sería una coincidencia, usualmente amaba los días lluviosos porque pues en el “pueblo” donde crecí me recordaba muchos momentos felices, brincar en los charcos, explorar, el olor de la tierra y la hierba húmeda, era increíblemente relajante pensar en solo eso, sin preocuparse por lo demás, las cosas eran tan simples y tan tranquilas, ya estaba entrando al pueblo, y a mi casa, esta se podría decir que era grande hasta cierto punto, pues había que manejar aun mucho para llegar, pero ya estando enfrente de mi casa me estacione, estaba lloviendo con fuerza, y como traía todas mis cosas preferí esperar a que la lluvia perdiera intensidad antes de entrar, observaba desde mi ventana el ambiente semi-boscoso que me rodeaba, que buen lugar eligieron mis viejos para vivir, no entiendo porque me fui lejos de aquí, tal vez sí, mi relación con ellos este algo fracturada, pero no sería solo porque en el fondo yo quería que fuera así, el mundo allá afuera es bastante cruel y uno se puede perder fácilmente, ahora el problema es cómo voy a afrontarlos, mentir ya no es una opción, era obvio que tenía que ser honesta con ellos, lo cierto es que no sabría que esperar, eso es lo que me estaba matando en este momento, ¿qué es lo que voy a hacer?, no tenía caso seguir torturándome, así que le subí a la música que me había dado mi mejor amiga Viridiana eso logro distraerme algunos minutos; Recordar a Viridiana ahora me venía muy bien, de seguro en estos momentos debe de estar muy apurada por lo de su intercambio, que envidia y que gusto por ella, y yo que quería lograr algo similar pero no, estoy aquí con la cola entre las patas, en ese momento la lluvia empezó a ceder, decidí bajar de mi auto para poder entrar a mi casa y descansar, manejar tanto era algo bastante desgastante.
Me baje de mi auto y en dos pasos estaba frente a la enorme puerta de madera de mi casa, adornada por un enorme vitral en medio, de cristal cortado de modo que solo se podían ver siluetas a través de él, toque una vez el timbre, el ding dong de mi vieja casa inmediatamente encendió dentro de mí un sentimiento bastante extraño, por alguna razón empezaba a sentirme más segura, y no tardo mucho tiempo cuando una silueta se formo detrás de los cristales que adornaban la puerta de la entrada, estaba muy ansiosa porque abrieran la puerta pronto, el picaporte hizo un ruido y acto seguido la pesada puerta se movió lentamente hacia adelante desde mi posición, detrás de ella la persona que más había extrañado y de la que a pesar de todo sigo necesitando desesperadamente, mi madre me esperaba con una cálida sonrisa y con los brazos extendidos, como si me hubiese extrañado más a mí de lo que yo a ella, sin pensarlo dos veces me lance a sus brazos, y me solté a llorar como hace años no hacía, al final me sentía tan segura estando allí, sin darme cuenta mi mamá me arrastro hasta el comedor donde ya había algo de comida esperando por mí, y casi toda mi familia a excepción de mi hermano mayor se encontraban compartiendo los alimentos como siempre, estaba llorando de felicidad, mi papá se incorporo de la mesa y me tomo de los hombros y me dio un corto pero emotivo abrazo, y como pocas veces me invito a la mesa, le dije que quería bajar las cosas de mi carro y dijo con voz seria – Eso puede esperar, hace mucho que no te vemos, al menos acompáñanos a comer, y luego bajamos tus cosas anda ve a lavarte las manos.
Mientras me lavaba las manos y la cara porque aun seguía derramando algunas lágrimas me preguntaba, porque me trataban tan como si no hubiera sucedido nada, tal vez sonaría un poco sadomasoquista pero hasta donde yo recuerdo detalles como una baja nota eran más que suficientes para desatar un sermón de media hora y un castigo para toda la semana a consecuencia, bueno ese era el papá que yo recordaba, a lo mejor lo peor estaba por venir, tendría que estar preparada.
Me senté a la mesa poco tiempo paso antes de que iniciara el interrogatorio, solo que el iniciador de este me tomo por sorpresa Alejandro mi hermano menor ni falto ni tardo inicio el interrogatorio con una daga directa al corazón- ¿Ya tienes novio?
No, Alex, claro que no ¿por qué preguntas esas cosas?- casi automáticamente le solté un codazo de esos que lastiman a sus costillas, lo más gracioso es que el más pequeño de mis hermanos era mucho más grande que yo, de hecho tanto él como mi otro hermano Javier crecieron de más, para mi gusto y me hacían sentir desde hace algunos años como una enanita, a veces me llamaban la gnomo y eso me irritaba bastante.
Auch! – Exclamo mientras se sobaba con fuerza sus costillas lastimadas -yo nomas preguntaba porque el tarado de Víctor me ha preguntado.
¿Marcó aquí?, y ¿Qué te pregunto, qué dijo?- pregunte instintivamente, casi agitando a mi "pequeño" hermano.
Pues no mucho, solo hablo una vez y como estaba muy castro-sito le dije que si tenías novio con tal de que dejara de molestar, además no ibas a regresar- Dijo como no queriendo la cosa.
Niño que es ese lenguaje- regaño mi mamá a Alex.
Bueno ya después yo hablare con el- dije para mí misma.
Ese muchacho nunca nos agrado mucho – Dijo mi mamá.
Si ya se mamá, pero a veces tenía sus detalles, en fin ya arreglare mis asuntos con el después-Les dije, pues la verdad eso era lo que siempre pensé de él, lo raro es que aun lo sigo defendiendo, tal vez solo me defendía a mi misma por haberlo elegido a él, sin embargo la sola mención de su nombre era más que suficiente para desatar una tormenta de pensamientos e ideas sin mucho sentido en mi cabeza, ¿Por qué habría de defenderlo?
Bueno hablando de otras cosas- inmediatamente tomó el bando mi papá, pues ya notaba que me estaba perdiendo en pensamientos más oscuros – Ya pensaste que vas a hacer ahora que ya no vas a estar en la escuela.
Así se inicio la tortura, así que conteste con lo que tenía a la mano – No lo sé- nada.
Bueno pues nos hubieras hablado antes, la verdad me tomo mucho por sorpresa tu llamada, solo dijiste que ya venías.
Bueno es que no creí apropiado perder más el tiempo- Les dije.
Siempre hay opciones Mariana, pero en fin al final fue tu decisión, al menos creí que tendrías algo más, porque no se deja una carrera así a la ligera- me dijo, claro aquí viene el sermón.
Mira Mariana, ya estás en una edad en la que solo podemos apoyarte el resto depende de ti, la verdad desde que te fuiste no te veías muy convencida aunque tu aseguraras lo contrario, pero de todos modos dejamos que te fueras aunque sabíamos que ibas a regresar, en algún momento creímos que te ibas a quedar, pero ya vez no nos equivocamos, solo queríamos que aprendieras que el mundo de allá afuera es muy distinto, bueno y ahora que lo conoces mejor yo creo que es una excelente oportunidad para replantearte que vas a hacer de tu vida no crees, darte otra oportunidad- Me dijo.
Yo me quede pensando, y no podía creer lo que estaba pasando, no había nada de lo que esperaba, no me habían regañado, no estaban molestos, ni por haber perdido dinero o tiempo, entonces lo entendí, ellos ya esperaban que sucediera esto la que había perdido todo eso era yo, era mi tiempo y mi dinero, todo esto dolía más que un regaño, esto era la realidad, en el fondo no les falle a mis papás, pues ellos como sea han cumplido hasta donde se lo han propuesto, a la que le falle fue a mí y me sentía terriblemente mal por eso, me quede cavilando en silencio con esto y reanude mi comida, mi viejo y mi hermano ya habían terminado se tomaron unos minutos y tomo las llaves de mi carro, llamó a mi hermano y entre los dos metieron mi auto a la cochera y las cosas las bajaron y pusieron en la sala de estar.
Me baje de mi auto y en dos pasos estaba frente a la enorme puerta de madera de mi casa, adornada por un enorme vitral en medio, de cristal cortado de modo que solo se podían ver siluetas a través de él, toque una vez el timbre, el ding dong de mi vieja casa inmediatamente encendió dentro de mí un sentimiento bastante extraño, por alguna razón empezaba a sentirme más segura, y no tardo mucho tiempo cuando una silueta se formo detrás de los cristales que adornaban la puerta de la entrada, estaba muy ansiosa porque abrieran la puerta pronto, el picaporte hizo un ruido y acto seguido la pesada puerta se movió lentamente hacia adelante desde mi posición, detrás de ella la persona que más había extrañado y de la que a pesar de todo sigo necesitando desesperadamente, mi madre me esperaba con una cálida sonrisa y con los brazos extendidos, como si me hubiese extrañado más a mí de lo que yo a ella, sin pensarlo dos veces me lance a sus brazos, y me solté a llorar como hace años no hacía, al final me sentía tan segura estando allí, sin darme cuenta mi mamá me arrastro hasta el comedor donde ya había algo de comida esperando por mí, y casi toda mi familia a excepción de mi hermano mayor se encontraban compartiendo los alimentos como siempre, estaba llorando de felicidad, mi papá se incorporo de la mesa y me tomo de los hombros y me dio un corto pero emotivo abrazo, y como pocas veces me invito a la mesa, le dije que quería bajar las cosas de mi carro y dijo con voz seria – Eso puede esperar, hace mucho que no te vemos, al menos acompáñanos a comer, y luego bajamos tus cosas anda ve a lavarte las manos.
Mientras me lavaba las manos y la cara porque aun seguía derramando algunas lágrimas me preguntaba, porque me trataban tan como si no hubiera sucedido nada, tal vez sonaría un poco sadomasoquista pero hasta donde yo recuerdo detalles como una baja nota eran más que suficientes para desatar un sermón de media hora y un castigo para toda la semana a consecuencia, bueno ese era el papá que yo recordaba, a lo mejor lo peor estaba por venir, tendría que estar preparada.
Me senté a la mesa poco tiempo paso antes de que iniciara el interrogatorio, solo que el iniciador de este me tomo por sorpresa Alejandro mi hermano menor ni falto ni tardo inicio el interrogatorio con una daga directa al corazón- ¿Ya tienes novio?
No, Alex, claro que no ¿por qué preguntas esas cosas?- casi automáticamente le solté un codazo de esos que lastiman a sus costillas, lo más gracioso es que el más pequeño de mis hermanos era mucho más grande que yo, de hecho tanto él como mi otro hermano Javier crecieron de más, para mi gusto y me hacían sentir desde hace algunos años como una enanita, a veces me llamaban la gnomo y eso me irritaba bastante.
Auch! – Exclamo mientras se sobaba con fuerza sus costillas lastimadas -yo nomas preguntaba porque el tarado de Víctor me ha preguntado.
¿Marcó aquí?, y ¿Qué te pregunto, qué dijo?- pregunte instintivamente, casi agitando a mi "pequeño" hermano.
Pues no mucho, solo hablo una vez y como estaba muy castro-sito le dije que si tenías novio con tal de que dejara de molestar, además no ibas a regresar- Dijo como no queriendo la cosa.
Niño que es ese lenguaje- regaño mi mamá a Alex.
Bueno ya después yo hablare con el- dije para mí misma.
Ese muchacho nunca nos agrado mucho – Dijo mi mamá.
Si ya se mamá, pero a veces tenía sus detalles, en fin ya arreglare mis asuntos con el después-Les dije, pues la verdad eso era lo que siempre pensé de él, lo raro es que aun lo sigo defendiendo, tal vez solo me defendía a mi misma por haberlo elegido a él, sin embargo la sola mención de su nombre era más que suficiente para desatar una tormenta de pensamientos e ideas sin mucho sentido en mi cabeza, ¿Por qué habría de defenderlo?
Bueno hablando de otras cosas- inmediatamente tomó el bando mi papá, pues ya notaba que me estaba perdiendo en pensamientos más oscuros – Ya pensaste que vas a hacer ahora que ya no vas a estar en la escuela.
Así se inicio la tortura, así que conteste con lo que tenía a la mano – No lo sé- nada.
Bueno pues nos hubieras hablado antes, la verdad me tomo mucho por sorpresa tu llamada, solo dijiste que ya venías.
Bueno es que no creí apropiado perder más el tiempo- Les dije.
Siempre hay opciones Mariana, pero en fin al final fue tu decisión, al menos creí que tendrías algo más, porque no se deja una carrera así a la ligera- me dijo, claro aquí viene el sermón.
Mira Mariana, ya estás en una edad en la que solo podemos apoyarte el resto depende de ti, la verdad desde que te fuiste no te veías muy convencida aunque tu aseguraras lo contrario, pero de todos modos dejamos que te fueras aunque sabíamos que ibas a regresar, en algún momento creímos que te ibas a quedar, pero ya vez no nos equivocamos, solo queríamos que aprendieras que el mundo de allá afuera es muy distinto, bueno y ahora que lo conoces mejor yo creo que es una excelente oportunidad para replantearte que vas a hacer de tu vida no crees, darte otra oportunidad- Me dijo.
Yo me quede pensando, y no podía creer lo que estaba pasando, no había nada de lo que esperaba, no me habían regañado, no estaban molestos, ni por haber perdido dinero o tiempo, entonces lo entendí, ellos ya esperaban que sucediera esto la que había perdido todo eso era yo, era mi tiempo y mi dinero, todo esto dolía más que un regaño, esto era la realidad, en el fondo no les falle a mis papás, pues ellos como sea han cumplido hasta donde se lo han propuesto, a la que le falle fue a mí y me sentía terriblemente mal por eso, me quede cavilando en silencio con esto y reanude mi comida, mi viejo y mi hermano ya habían terminado se tomaron unos minutos y tomo las llaves de mi carro, llamó a mi hermano y entre los dos metieron mi auto a la cochera y las cosas las bajaron y pusieron en la sala de estar.
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