El jueves llegó rápidamente y de la misma forma atravesé toda la ciudad para llegar al esperado último reencuentro en un largo, largo tiempo. Estaba ya en unos minutos recorriendo las calles que solía recorrer no hace mucho tiempo y que aun recordaba con nostalgia, me detuve por una señal de alto cerca del lugar donde había detenido mi auto porque Viridiana había explotado porque su vida había dado un vuelco inesperado y yo quede en el ojo del huracán, observaba el punto recordando aquella noche, se dibujo una sonrisa en mi rostro y me sentí aliviada – que bueno que al final se pudo resolver- dije en voz alta, cuando la luz se puso en verde, ya estaba cerca del antro ya iba algo retrasada, porque el trafico de la mitad de la ciudad si era algo pesado.
Deje al valet que estacionara mi auto, y los recuerdos me saltaban en cada segundo que transcurría, los bajos seguían estridentes tal como los recordaba, esta ocasión no hice tiempo, ya que solo esperaban por mí, así que entre, siguiendo la rutina que se seguía en el lugar.
Dentro estaba totalmente oscuro, pero unos brazos agitándose en un par de mesas a la distancia me indicaban que ahí estaban Viridiana y Rodrigo que se acababa de ir por unas bebidas, al acercarme note que también estaban Jaime y Valeria los amigos de Viridiana, me acerque a abrazar a Viridiana – Llegas tarde amiga- dijo casi gritando, a lo que conteste de la misma manera – El trafico esta horrible, - Pero qué bueno que viniste, te ves espectacular y traes el short que juraste no ibas a volver a usar- me contesto – Ya le agarre cierto aprecio, además yo se que a ti también te gusta- ella rio – pues en verdad te hace lucir-mientras me daba una vuelta -Así es- le contesté. Luego salude de beso a Valeria y Jaime – Como están, hace mucho que no los veo, a lo que contesto Jaime – Muy bien, si ya mucho tiempo- y Valeria interrumpió - ¿Puedes creer eso?- mientras hacía que volteara a ver a Viridiana y Rodrigo que estaban tomados de la mano, y ella susurrándole algo – Claro que si lo creo, ¿ya era hora, que no?, Si ya se lo merecía- me contestó Valeria. Me acerque a Rodrigo y le dije– Veo que vas mejorando-
No es fácil, ¿te traje esto aun te gusta cierto?- Me dijo mientras extendía el vaso con la bebida que estuve tomando aquella noche.
Está bien, para empezar, pero honestamente me gustaría probar otras cosas, y descubrir que más me gusta- le dije.
Viridiana soltó una risa, y le robo un beso a Rodrigo, y el sonrió ante eso, yo tomaba de mi vaso, seguía tan dulce como le recordaba, era interesante ver que las cosas estaban en su lugar finalmente, Viridiana se había ido un momento a bailar con Jaime y Valeria, y nos habíamos quedado en la mesa Rodrigo y yo.
¿Entonces ya estás en Veterinaria?- me preguntó.
Como debe de ser- le contesté.
Me da mucho gusto, por ti, elegiste una buena escuela, yo también analice la posibilidad de irme para allá, pero había otras cosas que tenía en la cabeza y por las que no renuncie- me dijo mientras volteaba a ver hacia donde estaba Viridiana.
Es comprensible, es donde perteneces- Dije mientras daba un sorbo a mi bebida.
Solté una risa, el tomo un trago largo de su cerveza y preguntó - ¿Qué es tan gracioso?
Me acorde de cuando nos conocimos, estábamos justo en ese lugar, en verdad hubo química pero solo fue un chispazo, quien iba a decir que iban a pasar tantas cosas, tu correteando a Viridiana por todo el antro, solo para convencerla de que no había nada entre tú y ella- volvió a tomar un trago largo de su cerveza.
Si, así fue, que giros da la vida- me dijo.
Si así es, pero ahora tú también estas donde debes de estar a su lado no crees- le dije.
Es una gran, gran persona, y se lo merece, y de verdad sigo teniendo miedo de fallarle, a veces no se qué hacer – me dijo.
No creo que lo hagas, el hecho que tengas miedo a hacerlo quiere decir, que lo sientes, pero eres algo tonto amigo, relájate, déjate llevar, ya no hay nada que perder, de otra forma si le vas a fallar, se que la vas a esperar cuando regrese de Europa para formalizar, está bien, pero no crees que es mejor hacerlo ahora, obviamente si te nace- le dije.
En realidad muero por hacerlo- me dijo.
Pues hazlo que esperas- lo estaba incitando a que se animara.
Estábamos tan adentrados en nuestra conversación que no note que Viridiana se acercaba a donde estábamos platicando- de que tanto hablan ustedes dos- como Rodrigo estaba atrapado en las ideas que acababa de compartir con el, yo conteste.
De lo extraordinariamente buena que eres- ella parecía sonrojarse.
Amiga, voy a hacer un brindis por ti, porque eres la persona más extraordinaria que conozco, y agradezco con el corazón en la mano que hayas llegado a mi vida, lamento haberte arruinado tu despedida la ultima vez, pero hoy aquí estoy, y digo con total sinceridad, que te amo, y que en verdad es que te va a ir extraordinariamente bien en la vida así como eres tú, salud- se habían unido Jaime y Valeria para escuchar el final de mi discurso y al unisonó todos los acompañantes dijeron “salud”
Viridiana estaba derramando algunas lagrimas y dijo – Tonta, me haces llorar, eres la mejor amiga que jamás haya tenido, y de hecho defines la palabra, petite, yo también te amo, y no sé qué haría sin ti- y como aquella ocasión en que estábamos las dos solas, atrapadas bajo la lluvia, se arrojo a mis brazos con los ojos empapados en lagrimas, y yo la abrazaba.
Viri, esta es la segunda vez que te hago llorar de esta forma- le dije al oído
Se incorporo un poco, solo para decirme – Sí, y no te da vergüenza.
Reí, y le dije para nada, para eso soy tu amiga no, oye Rodrigo quiere hablar contigo- le dije mientras le sonreía, fugazmente le guiñe el ojo al mismo.
Pase a su lado y le dije – ya esta lista, no hay forma que falles.
Me acerque a la pista a bailar con Jaime y Valeria y darles cierta privacidad, volteaba de reojo de vez en cuando para ver cómo iba la situación, a lo lejos se veía que hablaban, ambos sentados y de repente paso lo que tenía que pasar, solo que yo esperaba que fuera al revés, el se arrojo a ella para besarla, pero me alivie cuando vi que ella continuaba el beso, y cuando se separaron fue ella quien lo besaba, deje que transcurriera un poco más de tiempo, y me acerque, para decirles.
Ahora sí, las cosas son como deben de ser, muchas felicidades- ambos me sonreían y Rodrigo me dijo.
Muchas gracias, sin ti nada de esto hubiera sido posible- mientras la abrazaba y le robaba otro beso.
Olvídalo, mijo, solo se hizo lo que tenía que pasar, ahora prométanme que así se van a quedar.
Ella rió y dijo – Fool, obvio que sí.
El resto de la noche fue totalmente opuesta a la de aquella ocasión, nos divertimos, sin par, nadie quería irse, los primeros en hacerlo fueron Jaime y Valeria, y después Rodrigo al que le fue muy difícil irse, en cuanto se fue, le dije a Viridiana- ¿Lista?
Siempre- me contestó. Y nos fuimos, esperamos a mi auto y nos fuimos de regreso al viejo depa en donde compartimos todo.
Ya estábamos dentro, listas para descansar, no hablamos mucho de camino, y cuando estábamos a punto de dormir me dijo, un poco preocupada.
Mariana, ¿a una puerta de distancia?- no lo pensé y le dije.
A una puerta de distancia, siempre, como debe ser- segura de mi misma.
Gracias por todo, y me abrazo un largo tiempo, hasta que ambas nos quedamos dormidas de esa forma.
Deje al valet que estacionara mi auto, y los recuerdos me saltaban en cada segundo que transcurría, los bajos seguían estridentes tal como los recordaba, esta ocasión no hice tiempo, ya que solo esperaban por mí, así que entre, siguiendo la rutina que se seguía en el lugar.
Dentro estaba totalmente oscuro, pero unos brazos agitándose en un par de mesas a la distancia me indicaban que ahí estaban Viridiana y Rodrigo que se acababa de ir por unas bebidas, al acercarme note que también estaban Jaime y Valeria los amigos de Viridiana, me acerque a abrazar a Viridiana – Llegas tarde amiga- dijo casi gritando, a lo que conteste de la misma manera – El trafico esta horrible, - Pero qué bueno que viniste, te ves espectacular y traes el short que juraste no ibas a volver a usar- me contesto – Ya le agarre cierto aprecio, además yo se que a ti también te gusta- ella rio – pues en verdad te hace lucir-mientras me daba una vuelta -Así es- le contesté. Luego salude de beso a Valeria y Jaime – Como están, hace mucho que no los veo, a lo que contesto Jaime – Muy bien, si ya mucho tiempo- y Valeria interrumpió - ¿Puedes creer eso?- mientras hacía que volteara a ver a Viridiana y Rodrigo que estaban tomados de la mano, y ella susurrándole algo – Claro que si lo creo, ¿ya era hora, que no?, Si ya se lo merecía- me contestó Valeria. Me acerque a Rodrigo y le dije– Veo que vas mejorando-
No es fácil, ¿te traje esto aun te gusta cierto?- Me dijo mientras extendía el vaso con la bebida que estuve tomando aquella noche.
Está bien, para empezar, pero honestamente me gustaría probar otras cosas, y descubrir que más me gusta- le dije.
Viridiana soltó una risa, y le robo un beso a Rodrigo, y el sonrió ante eso, yo tomaba de mi vaso, seguía tan dulce como le recordaba, era interesante ver que las cosas estaban en su lugar finalmente, Viridiana se había ido un momento a bailar con Jaime y Valeria, y nos habíamos quedado en la mesa Rodrigo y yo.
¿Entonces ya estás en Veterinaria?- me preguntó.
Como debe de ser- le contesté.
Me da mucho gusto, por ti, elegiste una buena escuela, yo también analice la posibilidad de irme para allá, pero había otras cosas que tenía en la cabeza y por las que no renuncie- me dijo mientras volteaba a ver hacia donde estaba Viridiana.
Es comprensible, es donde perteneces- Dije mientras daba un sorbo a mi bebida.
Solté una risa, el tomo un trago largo de su cerveza y preguntó - ¿Qué es tan gracioso?
Me acorde de cuando nos conocimos, estábamos justo en ese lugar, en verdad hubo química pero solo fue un chispazo, quien iba a decir que iban a pasar tantas cosas, tu correteando a Viridiana por todo el antro, solo para convencerla de que no había nada entre tú y ella- volvió a tomar un trago largo de su cerveza.
Si, así fue, que giros da la vida- me dijo.
Si así es, pero ahora tú también estas donde debes de estar a su lado no crees- le dije.
Es una gran, gran persona, y se lo merece, y de verdad sigo teniendo miedo de fallarle, a veces no se qué hacer – me dijo.
No creo que lo hagas, el hecho que tengas miedo a hacerlo quiere decir, que lo sientes, pero eres algo tonto amigo, relájate, déjate llevar, ya no hay nada que perder, de otra forma si le vas a fallar, se que la vas a esperar cuando regrese de Europa para formalizar, está bien, pero no crees que es mejor hacerlo ahora, obviamente si te nace- le dije.
En realidad muero por hacerlo- me dijo.
Pues hazlo que esperas- lo estaba incitando a que se animara.
Estábamos tan adentrados en nuestra conversación que no note que Viridiana se acercaba a donde estábamos platicando- de que tanto hablan ustedes dos- como Rodrigo estaba atrapado en las ideas que acababa de compartir con el, yo conteste.
De lo extraordinariamente buena que eres- ella parecía sonrojarse.
Amiga, voy a hacer un brindis por ti, porque eres la persona más extraordinaria que conozco, y agradezco con el corazón en la mano que hayas llegado a mi vida, lamento haberte arruinado tu despedida la ultima vez, pero hoy aquí estoy, y digo con total sinceridad, que te amo, y que en verdad es que te va a ir extraordinariamente bien en la vida así como eres tú, salud- se habían unido Jaime y Valeria para escuchar el final de mi discurso y al unisonó todos los acompañantes dijeron “salud”
Viridiana estaba derramando algunas lagrimas y dijo – Tonta, me haces llorar, eres la mejor amiga que jamás haya tenido, y de hecho defines la palabra, petite, yo también te amo, y no sé qué haría sin ti- y como aquella ocasión en que estábamos las dos solas, atrapadas bajo la lluvia, se arrojo a mis brazos con los ojos empapados en lagrimas, y yo la abrazaba.
Viri, esta es la segunda vez que te hago llorar de esta forma- le dije al oído
Se incorporo un poco, solo para decirme – Sí, y no te da vergüenza.
Reí, y le dije para nada, para eso soy tu amiga no, oye Rodrigo quiere hablar contigo- le dije mientras le sonreía, fugazmente le guiñe el ojo al mismo.
Pase a su lado y le dije – ya esta lista, no hay forma que falles.
Me acerque a la pista a bailar con Jaime y Valeria y darles cierta privacidad, volteaba de reojo de vez en cuando para ver cómo iba la situación, a lo lejos se veía que hablaban, ambos sentados y de repente paso lo que tenía que pasar, solo que yo esperaba que fuera al revés, el se arrojo a ella para besarla, pero me alivie cuando vi que ella continuaba el beso, y cuando se separaron fue ella quien lo besaba, deje que transcurriera un poco más de tiempo, y me acerque, para decirles.
Ahora sí, las cosas son como deben de ser, muchas felicidades- ambos me sonreían y Rodrigo me dijo.
Muchas gracias, sin ti nada de esto hubiera sido posible- mientras la abrazaba y le robaba otro beso.
Olvídalo, mijo, solo se hizo lo que tenía que pasar, ahora prométanme que así se van a quedar.
Ella rió y dijo – Fool, obvio que sí.
El resto de la noche fue totalmente opuesta a la de aquella ocasión, nos divertimos, sin par, nadie quería irse, los primeros en hacerlo fueron Jaime y Valeria, y después Rodrigo al que le fue muy difícil irse, en cuanto se fue, le dije a Viridiana- ¿Lista?
Siempre- me contestó. Y nos fuimos, esperamos a mi auto y nos fuimos de regreso al viejo depa en donde compartimos todo.
Ya estábamos dentro, listas para descansar, no hablamos mucho de camino, y cuando estábamos a punto de dormir me dijo, un poco preocupada.
Mariana, ¿a una puerta de distancia?- no lo pensé y le dije.
A una puerta de distancia, siempre, como debe ser- segura de mi misma.
Gracias por todo, y me abrazo un largo tiempo, hasta que ambas nos quedamos dormidas de esa forma.
Continuará en el cápitulo final .....