Viridiana solo permaneció un par de horas más en mi departamento, pues vimos una película para distraernos un rato y después de eso se retiro, ya no hablamos más del tema, y de hecho nuestras conversaciones adquirieron un ligero tono sombrío; sin embargo no podía dejar de dar vueltas a todo lo acontecido esta semana, era tan extraño que todo aquello hubiera sucedido en tan solo una semana, era de hecho que no existía hasta hace exactamente una semana, cuando finalmente me había cansado de todo aquello, y decidí volver a la vida, era como si de golpe el destino me hubiera puesto todo aquello de lo que había prescindido durante tanto tiempo gane los amigos que en mi vida hubiera hecho e incluso encontré algo más que una amistad en más de una persona, Viridiana y Rodrigo habían pasado al frente de mi lista de prioridades, con solo días de conocerlos se han vuelto una parte invaluable de mi vida, y pareciese que en realidad no lo merezco.
Prepare la cena para poder irme a dormir, y como ya se había vuelto una costumbre fue abundante, aun seguía cansada y la semana que tenía por delante me caía como balde de agua fría, a pesar de todo la realidad era que estaba aquí precisamente porque mi prioridad era enfocarme al 100 en mis estudios, sin embargo desde que llegue aquí es en lo último en lo que he pensado, esa parte de la vieja Mariana definitivamente se había ido con ella, ahora solo quedaba yo, la chica que no puede concentrarse porque tiene mil cosas en la cabeza que no puede solucionar, desde cuando la vida se había vuelto tan compleja, antes este tipo de cosas ni me importaban, e incluso me llegue a burlar de los que se decían sufrir por ellas, irónico era la palabra, pero incluso había una palabra que era más fuerte que todas las anteriores una que entretejía a las demás, sin embargo no podía dar con ella a pesar de que la tenía en la punta de la lengua, esa palabra era la que le daría sentido al sin sentido en que se ha vuelto mi vida, y aun así el problema no podía ser resuelto.
El teléfono sonó antes de que me causara un aneurisma por tanto pensar, salí corriendo a la sala pues ya me estaba alistando para poder dormir y seguir con mis cavilaciones con la almohada, el constante timbrazo del aparato me hacía apretar el paso para llegar hasta él, era absurdo gritar voy, si nadie me escuchaba, pero aun lo hacía pues eso me hacía sentir en control de la situación, la carrera de obstáculos hasta el teléfono ya casi había finalizado cuando finamente logre descolgar el aparato, luego entre una respiración forzada logre exclamar- diga-
-Hola hija- era mi madre que hablaba siempre los domingos a esta hora desde que me había instalado a vivir sola, y esta era la primera conversación dominguera con su nueva y flamante hija.
Hola, mamá, ¿cómo están todos por allá?- pregunte pues me parecían años desde que deje mi casa, y desde que había llegado aquí no me había preocupado por mi familia de corazón, y Viridiana había sido participe de ello.
Pues hemos estado bastante bien, tu papá como siempre y tus hermanos, bueno ya sabes que viven en su mundo, pero todos aquí te extrañamos- Al parecer no había mucho que contarme de mi familia, y era un habito que habíamos adquirido con el paso del tiempo, era triste reconocer que ya nadie sabía nada de nadie, y de verdad quería creer que en verdad me extrañaran porque yo de hecho si lo hacía, pero yo los extrañaba de más tiempo atrás, ya había olvidado todo aquello.
Me da gusto oírlo mamá, yo en verdad los extraño, y espero poder verlos pronto-Agregue con un tono de felicidad extraño en mi hasta este día.
Y nosotros también, pero ya sabes porque te hablo hija, ¿qué tal tu semana?- era una pregunta que de cualquier punto de vista era una bofetada en la cara, ya que la última semana sin duda era la semana más importante de mi vida hasta este punto, y a pesar de que hubiera muerto por contarle todos los detalles, había cosas que debían omitirse, pues pondrían de sobrealerta a mi preocupadiza madre, así que detalles como los del viernes o la escapada al mall debían de considerarse con cautela. Así inicie una de las conversaciones más largas que había sostenido con mi madre jamás, incluso comparable con aquellas que tenia con ella durante mi niñez, le conté todo, le hable de Guille y de Chayo, incluso del extraño Gritos, le mencione a mi vecina a la que admiraba y le comente que se había convertido en mi mejor amiga y que me presentó a sus amigos, le conté del proyecto de la escuela, y obviamente omití el examen reprobado durante la misma semana, todo había salido excelentemente bien, y solo hubo un comentario, “Que bueno que estaba empezando a valorar a las personas”, era obvio que estaba feliz por toda la gente que al día de hoy empezaba a llenar mi mundo vacío con algo real, su amistad, y eso era algo invaluable que alguna vez habría olvidado.
Hasta luego mamá- finalmente había terminado mi llamada con mi madre, no era hasta el día de hoy en que en verdad los extrañaba y el hecho de vivir sola me parecía solo por esta razón una mala idea, pero como lo dije antes de todos modos ya llevaba mucho tiempo sola.
Aun era temprano para la hora a la que habitualmente solía irme a dormir, y desde hace una semana no me daba vueltas la cabeza como lo hacía esta noche, sin embargo todo aquello sin lugar a dudas había dado un giro repentino, pues los temas que me atormentaban esta noche eran totalmente distintos a los que les precedieron, sin embargo aún había tientes de ellos aunque no quisiera reconocerlo, y la prueba está en que incluso Andrea intenta seguir en contacto conmigo aunque sea solo por Internet claro, por otro lado lo que más ocupaba mi cabeza era lo que ha sucedido con Viridiana, que si las cosas son como yo sospecho lo que paso con Víctor y los demás quedaría muy pequeño a comparación de lo que ya se estaba gestando, y por eso tenía que confiar en ella al pie de la letra, pues era ella la de la situación, yo era la intrusa. La resulta era que todo aquello me robaba el sueño y yo me sentía cansada, no había forma de parar con mis cavilaciones, los minutos pasaban y nada de nada, puse música relajante a un volumen razonable, con más canciones del álbum de Viridiana, eso termino arrullándome, y finalmente pude pegar los ojos.
Prepare la cena para poder irme a dormir, y como ya se había vuelto una costumbre fue abundante, aun seguía cansada y la semana que tenía por delante me caía como balde de agua fría, a pesar de todo la realidad era que estaba aquí precisamente porque mi prioridad era enfocarme al 100 en mis estudios, sin embargo desde que llegue aquí es en lo último en lo que he pensado, esa parte de la vieja Mariana definitivamente se había ido con ella, ahora solo quedaba yo, la chica que no puede concentrarse porque tiene mil cosas en la cabeza que no puede solucionar, desde cuando la vida se había vuelto tan compleja, antes este tipo de cosas ni me importaban, e incluso me llegue a burlar de los que se decían sufrir por ellas, irónico era la palabra, pero incluso había una palabra que era más fuerte que todas las anteriores una que entretejía a las demás, sin embargo no podía dar con ella a pesar de que la tenía en la punta de la lengua, esa palabra era la que le daría sentido al sin sentido en que se ha vuelto mi vida, y aun así el problema no podía ser resuelto.
El teléfono sonó antes de que me causara un aneurisma por tanto pensar, salí corriendo a la sala pues ya me estaba alistando para poder dormir y seguir con mis cavilaciones con la almohada, el constante timbrazo del aparato me hacía apretar el paso para llegar hasta él, era absurdo gritar voy, si nadie me escuchaba, pero aun lo hacía pues eso me hacía sentir en control de la situación, la carrera de obstáculos hasta el teléfono ya casi había finalizado cuando finamente logre descolgar el aparato, luego entre una respiración forzada logre exclamar- diga-
-Hola hija- era mi madre que hablaba siempre los domingos a esta hora desde que me había instalado a vivir sola, y esta era la primera conversación dominguera con su nueva y flamante hija.
Hola, mamá, ¿cómo están todos por allá?- pregunte pues me parecían años desde que deje mi casa, y desde que había llegado aquí no me había preocupado por mi familia de corazón, y Viridiana había sido participe de ello.
Pues hemos estado bastante bien, tu papá como siempre y tus hermanos, bueno ya sabes que viven en su mundo, pero todos aquí te extrañamos- Al parecer no había mucho que contarme de mi familia, y era un habito que habíamos adquirido con el paso del tiempo, era triste reconocer que ya nadie sabía nada de nadie, y de verdad quería creer que en verdad me extrañaran porque yo de hecho si lo hacía, pero yo los extrañaba de más tiempo atrás, ya había olvidado todo aquello.
Me da gusto oírlo mamá, yo en verdad los extraño, y espero poder verlos pronto-Agregue con un tono de felicidad extraño en mi hasta este día.
Y nosotros también, pero ya sabes porque te hablo hija, ¿qué tal tu semana?- era una pregunta que de cualquier punto de vista era una bofetada en la cara, ya que la última semana sin duda era la semana más importante de mi vida hasta este punto, y a pesar de que hubiera muerto por contarle todos los detalles, había cosas que debían omitirse, pues pondrían de sobrealerta a mi preocupadiza madre, así que detalles como los del viernes o la escapada al mall debían de considerarse con cautela. Así inicie una de las conversaciones más largas que había sostenido con mi madre jamás, incluso comparable con aquellas que tenia con ella durante mi niñez, le conté todo, le hable de Guille y de Chayo, incluso del extraño Gritos, le mencione a mi vecina a la que admiraba y le comente que se había convertido en mi mejor amiga y que me presentó a sus amigos, le conté del proyecto de la escuela, y obviamente omití el examen reprobado durante la misma semana, todo había salido excelentemente bien, y solo hubo un comentario, “Que bueno que estaba empezando a valorar a las personas”, era obvio que estaba feliz por toda la gente que al día de hoy empezaba a llenar mi mundo vacío con algo real, su amistad, y eso era algo invaluable que alguna vez habría olvidado.
Hasta luego mamá- finalmente había terminado mi llamada con mi madre, no era hasta el día de hoy en que en verdad los extrañaba y el hecho de vivir sola me parecía solo por esta razón una mala idea, pero como lo dije antes de todos modos ya llevaba mucho tiempo sola.
Aun era temprano para la hora a la que habitualmente solía irme a dormir, y desde hace una semana no me daba vueltas la cabeza como lo hacía esta noche, sin embargo todo aquello sin lugar a dudas había dado un giro repentino, pues los temas que me atormentaban esta noche eran totalmente distintos a los que les precedieron, sin embargo aún había tientes de ellos aunque no quisiera reconocerlo, y la prueba está en que incluso Andrea intenta seguir en contacto conmigo aunque sea solo por Internet claro, por otro lado lo que más ocupaba mi cabeza era lo que ha sucedido con Viridiana, que si las cosas son como yo sospecho lo que paso con Víctor y los demás quedaría muy pequeño a comparación de lo que ya se estaba gestando, y por eso tenía que confiar en ella al pie de la letra, pues era ella la de la situación, yo era la intrusa. La resulta era que todo aquello me robaba el sueño y yo me sentía cansada, no había forma de parar con mis cavilaciones, los minutos pasaban y nada de nada, puse música relajante a un volumen razonable, con más canciones del álbum de Viridiana, eso termino arrullándome, y finalmente pude pegar los ojos.
1 comment:
maldito desgaste mental!!
pero si terminó el trabajo??
(jajaja io sigo preocupada con el trabajo hahaha)
kiero saber mas de sus amigos de chayo, el otro y el gritos haha "el otro"
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